Movimiento Sumar señala que Junta incumple con el procedimiento de retirada de móviles del alumnado en centros escolares

Movimiento Sumar Andalucía se ha reunido con la Asociación Educación Digital Responsable y con la vertiente andaluza del movimiento Adolescencia Libre de Móviles para abordar la preocupación de los padres por el uso de los smartphones en los centros educativos.

En la reunión, a la que asistieron la diputada andaluza y coordinadora de Movimiento Sumar en Andalucía, Esperanza Gómez, y el miembro del Grupo Coordinador estatal, Roberto del Tío, se recordó que existe una Instrucción de la Junta de Andalucía que “prohíbe el uso de móviles durante el horario lectivo, recreos, actividades complementarias y extraescolares”, salvo con fines didácticos y con criterios pedagógicos justificados.

Este partido ha alertado en una nota de que la Instrucción no se cumple en cuanto a la forma en que ha de retirarse el dispositivo al alumnado: de manera voluntaria por parte del estudiante, apagado y en presencia de dos miembros del equipo directivo.

La prohibición de uso del smartphone se extiende a todo el tiempo de horario lectivo, recreos y a actividades complementarias y extraescolares.

Los miembros de la Asociación Educación Digital Responsable y del movimiento andaluz plantean otra fórmula para evitar el uso indiscriminado de los smartphones por el alumnado y que sería aportar más información para la concienciación de las familias, que los padres y madres asuman más responsabilidad a través del pacto de familias para retrasar su uso y no dejando que sus hijas e hijos lleven los dispositivos a los centros educativos.

Movimiento Sumar ha apuntado que “las nuevas tecnologías contribuyen al progreso de las sociedades desarrolladas”, pero de igual forma ha querido “alertar de los peligros y los riesgos que conllevan su uso, especialmente el que se hace de ellos en edades tempranas”.

Ha esgrimido una recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) acerca de que hasta los 6 años no se usen pantallas, no más de 1 hora diaria entre 6 y 12 años y ha alertado del perjuicio de su uso en edades tempranas en áreas como el sueño, sistema cardiovascular, el volumen cerebral o la alimentación.

La Asociación Española de Pediatría alienta a gobiernos y sistemas educativos a tomar medidas urgentes sobre el uso de smartphones en centros escolares.

Movimiento que ha surgido en Centros Educativos de Córdoba

La Asociación Educación Digital Responsable y el movimiento Adolescencia Libre de Móviles Andalucía ha apostado por un compromiso por parte de las familias de colegios de infantil y primaria por el que acuerdan retrasar el uso de estos dispositivos hasta los 16 años.

El primer centro en poner en marcha la iniciativa fue el CEIP López Diéguez, ubicado en el barrio cordobés de 'El Realejo'.

Para llevarlo a cabo solicitaron ayuda de un miembro del equipo directivo y también de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y al mes de comenzarlo 12 colegios más de la capital cordobesa se sumaron al pacto. En estos momentos son 30 los centros implicados.

Estos pactos de familias también se acometen en otras provincias andaluzas como Sevilla, donde ya son 46 los centros educativos que han comenzado la gestión y otros tantos en Málaga.

Las familias andaluzas asociadas consideran la necesaria implicación de una Consejería como Salud para que los centros sanitarios, especialmente en las zonas donde los usuarios principales sean niños o adolescentes, “sean espacios libres de smartphone y fuente de concienciación acerca de los riesgos del mal uso para ellos y para padres y madres”.

La diputada Esperanza Gómez ha defendido que las reclamaciones del movimiento Adolescencia Libre de Móviles Andalucía y la Asociación Educación Digital Responsable son posible.

“Nos gusta que no sólo han puesto el foco en evidenciar que hay un problema, sino que plantean soluciones factibles y bien argumentadas”, ha manifestado en este sentido.

La parlamentaria autonómica ha afirmado que “el punto de partida para poder conseguirlo es la colaboración y la creación de una comunidad que trabaje unida por la consecución del objetivo de mantener a nuestras niñas, niños y adolescentes lo más alejados posible de los riesgos del uso de las nuevas tecnologías”.