El Buen Suceso esquiva la lluvia para presidir el Vía Crucis de las Hermandades de Córdoba
Desde hace varios días los cofrades de la Hermandad del Buen Suceso esperaban con nerviosismo la evolución de los distintos partes meteorológicos, que como suele ser habitual en esta época del año han ido cambiando a cada minuto que pasaba. Sin embargo, todas las dudas se disiparon poco antes de las 17:00, cuando desde la parroquia de San Andrés un nutrido cortejo de hermanos de la cofradía del Martes Santo, así como de representaciones de otras hermandades y colectivos de la ciudad, iniciaban su peregrinar hacia la Mezquita Catedral. El motivo no era otro que la celebración del Vía Crucis de las Hermandades y Cofradías de Córdoba, que en esta ocasión estuvo presidido por la imagen de Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso, en un año 2023 donde la corporación celebra su 50 aniversario fundacional.
Para la ocasión, la imagen del Nazareno de San Andrés vestía túnica de terciopelo de color burdeos, con potencias de metal plateado y su característica corona de espinas, que hace tan sólo unos días fue restaurada para el acto. Lo hizo sobre el paso de la hermandad del Cautivo de la localidad cordobesa de Espejo -obra del escultor sevillano Antonio Castillo Lastrucci-, quienes gentilmente cedieron sus andas procesionales para engrandecer aún más si cabe este piadoso acto. De hecho, una representación de la corporación espejeña acompañó a la cofradía de San Andrés en su caminar hacia el primer templo de la diócesis. El exorno floral, por su parte, estuvo compuesto por distintas variedades florales en tonalidades rojas, que encajaban a la perfección con el atavío del Señor del Buen Suceso.
Distintos acompañamientos musicales
El acompañamiento musical en el recorrido de ida, que discurrió por enclaves tan castizos como las calles Fernán Pérez de Oliva, la Plaza de la Almagra o la Plaza de San Pedro, corrió a cargo del Coro y Orquesta Auxilium Christianorum, perteneciente al Santuario de María Auxiliadora de Córdoba, quienes aportaron aún mayor solemnidad si cabe al acto con sus cantos. Por su parte, el obispo de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, recibió a la hermandad de San Andrés en la puerta de las Palmas de la Santa Iglesia Catedral, desde donde comenzó el rezo de las distintas estaciones por el interior de las naves del magno edificio cordobés.
Posteriormente, con la noche ya sobre la ciudad y con temperaturas mínimas, la corporación del Martes Santo inició su camino de regreso hasta la parroquia de San Andrés pocos minutos después de las 21:00. Con un ritmo más sosegado, el Señor del Buen Suceso atravesó enclaves como la calle Deanes, la Plaza de la Compañía o la iglesia de San Pablo, por donde transitó poco antes de hacer su entrada en San Andrés a eso de las 23:00. En el recorrido de regreso el acompañamiento musical correría a cargo de la Banda de Música de Nuestra Señora de la Estrella de Córdoba, que cada Martes Santo pone sus sones tras el palio de la Virgen de la Caridad, titular también de dicha hermandad.
Para la ocasión, la formación cordobesa interpretaría un exquisito repertorio de marchas procesionales entre las que destacaron algunas composiciones como “Expirando en tu Rosario”, de Pantión, “Soleá, dame la mano”, de Font de Anta o el himno no oficioso de la Semana Santa de la ciudad, “Saeta Cordobesa”, del recordado compositor Pedro Gámez Laserna.
Sin duda, una jornada histórica para la hermandad del Buen Suceso. Corporación a la que todavía le quedan más capítulos por escribir en un amplio programa de actividades con el que conmemoran sus bodas de oro como hermandad de penitencia.
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