Rocío Gálvez se queda sin Supercopa de España

No llegó la gloria final para Rocío Gálvez. La superioridad del favorito Atlético de Madrid, que eliminó al FC Barcelona en las semifinales, se impuso en el Estadio de los Juegos Mediterráneos de Almería al Levante UD, que dejó en la cuneta al EDF Logroño, con gran superioridad. Las rojiblancas certificaron el triunfo en la Supercopa de España, en una aplastante primera mitad, donde la zaga levantinista, comandada por la central cordobesa, no pudo hacer nada ante el torrente ofensivo atlético. Así, la futbolista de 23 años no consiguió ampliar su palmarés de una Copa de la Reina y una Liga, trofeos que consiguió precisamente ante su verdugo en la final.

El Atlético de Madrid no dejó lugar a la duda en la final del torneo de campeones del fútbol femenino español. Rocío Gálvez saltó como titular, algo habitual con María Pry, en la zaga granota, aunque el potencial ofensivo de las rojiblancas se impuso desde primera hora. La venezolana Deyna Castellanos, rozando el minuto 20 de partido, chutó ajustado dentro del área y, a pesar de que Rocío Gálvez quiso interponerse en el tiro, entró en la meta de Părăluță, guardameta del Levante. Njoya Ajara, reciente fichaje del equipo madrileño, puso el segundo en el 22 de juego tras una gran jugada individual de Ludmila. En el 31, la atacante brasileña permitió quela debutante Ajara anotara la puntilla en la primera parte.

Tras el tercero, el Levante intentó sacar el orgullo y se fue al ataque, aunque sin demasiado éxito. Tras la segunda mitad, el cuadro levantinista, por medio de jugadoras como Esther González y Eva Navarro, intentó probar fortuna ante la meta de Lindahl, pero sin demasiada fortuna aunque sí tesón. Así, con el resultado que se llegó al descanso, el Atlético de Madrid se proclamó campeón de la Supercopa de España femenina con merecimiento ante un Levante que, si bien se desempeñó bien ante el EDF Logroño, no consiguió hacer lo propio ante un grande del balompié femenino español como el Atlético. Sin embargo, Rocío Gálvez, con 23 años y un gran futuro por delante, tendrá tiempo de resarcirse del sabor amargo de la derrota en Almería.