Oltra, los dudosos y el jugador que nunca falla
El técnico apela al poderoso estímulo emocional de El Arcángel ante un partido frente el Huesca en el que las bajas y las lesiones condicionarán el once
Puede que salga Deivid en el puesto de central, como ha hecho siempre desde que arrancó la Liga. O puede que sea el lituano Stankevicius el que rememore sus mejores días de fútbol en el eje de la retaguardia y abra en el lateral derecho una nueva oportunidad para Dalmau. Incluso es posible que juegue en el mediocampo Víctor Pérez, una estrella varada en el vestuario. Pueden suceder muchas cosas en el Córdoba en el partido que este domingo afronta ante la Sociedad Deportiva Huesca, un adversario “al que hay que respetar”, según insiste un José Luis Oltra que está llegando al final de una semana muy peculiar. “He tenido más calentura de cabeza”, ha admitido el entrenador su comparecencia ante los periodistas, que han conocido de boca del valenciano un anuncio que ya sabían: “Como mínimo habrá tres cambios con respecto al equipo que salió en Albacete”, dijo. Obvio. Razak y Florin Andone se han marchado con las selecciones de Ghana y Rumanía, respectivamente. Y Markovic, un titularísimo hasta ahora, se cae por sanción.
La identidad de los sucesores en el equipo no se desvelará hasta unos minutos antes del partido, como es norma de la casa. Quien sí estará es el jugador que nunca falla: la afición. Oltra, enamorado de la hinchada, no escondió piropos: “Es nuestra casa, es El Arcángel, y aquí tenemos que seguir fuertes y tratar de jugar con un nivel de activación óptimo, concentrados, intensos y perseverantes. Nuestra afición nos está ayudando y queremos seguir en esa línea”. El estadio cordobesista, con un promedio de asistencia superior a los quince mil espectadores, es el más concurrido de la Liga. El anfitrión es el mejor del campeonato en su hogar. La comunión está siendo perfecta hasta el momento y que la alianza permanezca inalterable será clave ante un Huesca que, como ha resaltado Oltra, es “el segundo mejor como visitante, tras el Girona. Sólo ha marcado tres goles, pero ha recibido también sólo tres. No hay que esperar a un rival encerrado atrás. Es un equipo que le da muy buen trato al balón y mira a la portería rival. Tiene la velocidad de Machís, la llegada desde segunda línea de Tyronne, Camacho, Luis Fernández, Fran Mérida... También tienen muy bueno el balón parado. Los números le avalan”.
Las cábalas para buscar sustitutos a los ausentes –tres piezas capitales: el portero, el máximo goleador y el eje en el centro del campo– se han convertido en las últimas horas en una tómbola de especulaciones para todo el mundo. No para Oltra. “Tengo claro lo que haré en cada situación, pero quiero esperar hasta mañana para ver qué sucede”, ha dicho el valenciano, que aguarda la evolución de las molestias de Rafa Gálvez –“es el más dudoso”, confiesa–, con dolores en el muslo, y Deivid, que no ha entrenado este viernes y al que habrá que examinar en la mañana del sábado. Raúl de Tomás ya está disponible. “Ha entrado con sus compañeros aunque tiene un problema en el hombro y se le ha salido varias veces”, ha relatado Oltra. “En momentos así es donde se demuestra la categoría de un filial. A lo mejor no echo mano de ninguno, pero son jugadores de total confianza y tienen nivel de sobra para participar”, dejó caer en la sala de prensa el entrenador del líder. “Ahora es algo anecdótico, pero te da buen ambiente, seguridad y orgullo. Nosotros seguimos igual. Entrenamos lo mismo estemos en la posición que estemos y saldremos a ganar”, apunta.
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