Ocho meses después, el Club Bádminton Córdoba vuelve a la pista
Recupera la actividad. Sus jugadores y jugadoras regresan a la pista. Aunque, eso sí, no todos y todas debido a las circunstancias. En categorías formativas es imposible en estas fechas el trabajo. Con todo, la entidad obtiene un ligero respiro -que no deja de ser importante- después de casi ocho meses y medio. Porque éste es el tiempo, y más en concreto 258 días, transcurrido desde el último entrenamiento que desarrollara. De esta forma, la vuelta a las sesiones de preparación, que tuviera lugar durante la tarde del miércoles, es además una liberación para el Club Bádminton Córdoba. Más si cabe para los integrantes, apenas once en esta ocasión, que tomaran contacto nuevamente con la raqueta y el volante. La cruz de esta moneda, porque siempre suele haber, es el hecho de que el retorno a una cancha es, por ahora, provisional. No le queda otra, por tanto, al conjunto cordobés que aguardar acontecimientos y, sobre todo, una solución más firme por parte del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco).
Desde el 12 de marzo no se ejercitaba ningún deportista del club. Primero sufrió, como el resto, la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno con motivo de la pandemia de Covid-19. Terminado el período de confinamiento, el problema continuó al no encontrar recinto en que desarrollar sus entrenamientos. Una situación ésta que la propia entidad denunció el pasado 30 de octubre. Entonces solicitó una respuesta al Imdeco en cuanto a la imposibilidad de ocupar durante unas horas uno de los espacios municipales -esto es, claro está, cualquier pabellón de la ciudad-, reclamación de la que se hizo eco CORDÓPOLIS. Su petición fue escuchada por el organismo presidido por Manuel Torrejimeno: hubo una reunión y se produjo una promesa. Aquella fue la de ofrecer opciones en distintas instalaciones para acabar con un contratiempo ya muy prolongado en el tiempo y que podía -y todavía puede- generar otros mayores en las próximas fechas.
El Club Bádminton Córdoba tuvo la posibilidad de acudir en sesión vespertina a uno de estos recintos, concretamente el de Fidiana. Fue en este espacio en el que volvieron a disfrutar de la práctica deportiva once integrantes de la entidad. Todos ellos con sus respectivas licencias y federados, pero sobre todo mayores de 16 años. No en vano, las restricciones de la Junta de Andalucía por el Covid-19 impiden que los menores de dicha edad puedan entrenar o jugar a partir de las 18:00. A esta hora comenzaron a golpear el volante jugadores y jugadoras en la pista, en una jornada que supuso una gran satisfacción. “En primer lugar, tenemos la alegría del pequeño grupo que hemos podido entrenar, de poder volver a entrenar pista después de ocho meses. Pero no es la única sensación que deparó el regreso a la cancha, como es lógico y pudo intuirse de las primeras palabras del secretario del conjunto, Miguel Muñoz Moya.
“A la par, hemos tenido sensaciones extrañas, porque son ocho meses sin tocar la raqueta en pista, en situación real”, expresa el dirigente, que también es jugador y entrenador. Es la consecuencia de 258 días de inactividad, un largo período que esta vez propicia que el primer entrenamiento haya sido “retomar esas sensaciones de tocar el volante y de disfrutar con los compañeros que han podido venir”. Por tanto, la jornada en Fidiana fue básicamente para “ir encontrando el feeling, como se suele decir, con el volante después de tanto tiempo”. “Estamos contentos por ese lado. Y por ser un momento también de encuentro y de echar un rato interesante y ameno”, añade Miguel Muñoz Moya. Sin embargo, la felicidad es incompleta. “Hemos estado diez pero somos cincuenta. Nos hemos dejado a niños sobre todo. Da mucha pena que no hayan podido estar, así que es alegría por un lado y tristeza, por otro”, comenta.
Al secretario del Club Bádminton Córdoba, además de entrenador y jugador, no le duelen prendas al admitir que el retorno a la preparación es complejo después de casi ocho meses y medio. “Se nota muchísimo el tiempo”, apunta para además resaltar lo difícil que resulta el futuro próximo por las circunstancias. “El daño de estar parados ocho meses es muy grande. Nos va a costar salir (en competición)”, asevera. Y no es sólo por la falta de entrenamientos sino porque, por ejemplo y como quedó escrito, las categorías inferiores siguen sin la oportunidad de coger las raquetas. De ahí que en la entidad continúen molestos con la poca atención mostrada por parte del Imdeco en los meses anteriores -posteriores al estado de alarma-.
Lo cierto es que ni siquiera esta vuelta es definitiva. Por ahora, la entidad garantiza seis jornadas de trabajo en Fidiana. Esto es hasta el 10 de diciembre, cuando en teoría terminan las restricciones de la Junta de Andalucía por el Covid-19. Son estas medidas las que permiten hoy por hoy al Club Bádminton Córdoba retomar el pulso con su rutina pues las horas de que goza en las mencionadas instalaciones son las que quedan libres tras la supresión de entrenamientos de otros conjuntos por ser los mismos de base. Dicho de otro modo, el horizonte todavía es difuso para el conjunto, que en su comunicado del pasado 30 de octubre mostró su lógica preocupación por la posible pérdida de subvenciones con motivo de la falta de actividad.
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