La juventud inmarchitable del gigante de Pedroche
El pívot cordobés Nacho Romero regresa al CD Enrique Benítez a sus 43 años para liderar el proyecto de Liga EBA | Fue plata en el Eurobasket y campeón de ACB y Europa con el Real Madrid
La necesidad de seguir ligado a la disciplina que amas es, en multitud de ocasiones, la gran motivación para que determinados deportistas no terminen de colgar las botas. Ése es el caso de Juan Ignacio Romero Misas (Pedroche, 1973). Inagotable e histórico en esto de la pelota naranja. Y parece ni querer ni (volver) hablar de dejarlo.
El pívot cordobés, plata en el Eurobasket de Francia de 1999 y campeón de Liga y Liga Europea con el Real Madrid en la 93-94 y 94-95 respectivamente, seguirá recorriendo los parqués de Andalucía y pintando las zonas con su propia experiencia en el Club Deportivo Baloncesto Enrique Benítez de Liga EBA, donde ya militó en las campañas de 2013 y 2015. A sus 43 años regresa al conjunto onubense para vivir su particular cuarta juventud. Una especie de Peter Pan, con más barba y centímetros, a la cordobesa. Y con una pizca de Jordan.
Y es que Romero ya anunció en 2013 su retirada del baloncesto. “Después de pensarlo y reflexionar mucho he decidido retirarme del baloncesto una vez concluya la temporada. Ha sido toda una vida dedicada a ello. El baloncesto me ha dado mucho. Me ha dado la oportunidad de disfrutar al máximo de la vida y me lo he pasado muy bien durante todos estos años”, decía por aquel entonces el jugador que más veces se ha enfundado la camiseta del decano de LEB Oro, el Melilla Baloncesto. Nada menos que 249 veces.
No obstante, a sus botas no les dio tiempo ni a coger polvo, pues aquella decisión se pulverizó con su regreso a las canchas con el CDB Enrique Benítez. Romero, natural de la localidad de Pedroche firmaría, tras pasar por el juvenil del Collado Villalba, en el verano de 1990 por el Real Madrid, con el que llegó a debutar en ACB y a formar parte de la plantilla que ganó la Copa de Europa en 1995.
Su paso durante un lustro por el Caja San Fernando, en el que llegó a ser capitán, lo asentó en la élite del baloncesto nacional. De hecho, con aquel equipo logró dos subcampeonatos, uno de liga y otro de Copa, y vivió uno de los momentos más épicos de su amplia trayectoria. Un triple suyo en los últimos instantes en el mítico pabellón Raimundo Saporta le daba al conjunto sevillano ventaja en las semifinales de la 98-99 frente al Real Madrid. Era todo un estímulo verle lanzar desde el 6,25 (de aquel entonces).
A partir del 2001 comenzó una travesía de transición por multitud de equipos (Lleida, Qalat, Portugal, Tarragona, Algeciras…) en los que no terminaba de asentarse. Hasta que cruzó el estrecho. En el Melilla de LEB Oro (por esos años Adecco) encontró su sitio, y en las filas del decano permaneció durante nueve temporadas en las que se ganó el cariño y el respeto de toda la ciudad.
Ahora, tras un breve paso por el CB Utrera, el pívot cordobés llega al Enrique Benítez para ser el “buque insignia” del proyecto, tal y como lo han calificado desde el mismo club. “No tenemos palabras de agradecimiento para Nacho. Ahora lo que necesitamos desde el Club, es que nuestros aficionados, socios, cantera, estén junto a él y resto del equipo defendiendo a Huelva, en una nueva edición de esta maravillosa liga EBA”, indica el club onubense en su página web oficial. Un proyecto de EBA que aspira a estar entre los primeros clasificados, y que tendrá en Romero, con sus 213 centímetros y sus galones, al líder perfecto. Voz experta y autorizada para guiar a la entidad onubense.
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