Jesús León, señalado por la afición en la vuelta a El Arcángel

Setenta y un días aunque parezca que haya pasado una eternidad. El Córdoba ha vuelto a disputar un encuentro en El Arcángel tras más de dos largos meses donde la actualidad institucional ha estado siempre por encima de la deportiva. Todos los problemas que han ido aconteciendo -y acontecen- fuera del terreno de juego cuentan con un denominador común para la sufrida grada blanquiverde: Jesús León, presidente de la entidad y que dirime la titularidad de la propiedad con el ex mandatario Carlos González. Así al menos lo ha hecho saber durante la disputa del partido de presentación que ha tenido al Rayo Vallecano como rival, cita en la que nuevamente se ha señalado al montoreño pidiendo en reiteradas ocasiones que abandone el club.

La fecha veraniega fijada para el choque ha restado presencia de aficionados en el estadio ribereño, algo lógico y que se repite cada temporada. El ambiente -unas 5.000 personas- ha recordado por momentos al vivido en las últimas jornadas de Segunda División contra el Nàstic de Tarragona y el Osasuna -dos partidos sin nada en juego al consumarse el descenso de categoría con anterioridad-. El que midió a los catalanes contó con 2.986 espectadores mientras que ante los navarros bajó la cifra hasta los 2.313 según los datos recogidos por los tornos de acceso. Hartazgo y pasotismo en los 180 minutos acumulados entre ambos envites. Rabia, dolor y desazón se dieron la mano para despedirse del fútbol profesional, un escenario dantesco que no ha impedido registrar 10.460 abonados a día de hoy.

Porque al cordobesista le duele lo que es suyo, lo que siente. De hecho, horas antes de volver al “Reino”, doce peñas emitieron un comunicado conjunto expresando su malestar por la situación que atraviesa el Córdoba y anunciaron “movilizaciones necesarias” en caso de no variar el complicado rumbo tomado. También la Asociación de Accionistas, Minoritarios CCF, pidió la comparecencia pública de León después de las noticias sobre la diligencia de embargo y exigió que no siguiera “engañando más” a la masa social. Todo ello se ha dejado notar esta noche a través de cánticos hacia un presidente -sobre todo empleando el calificativo de “tieso”- que ha aparecido por el césped minutos antes de arrancar la contienda.

Pero sí ha existido una diferencia atendiendo a los coletazos finales en Segunda: Enrique Martín, el nuevo entrenador para el presente curso, y sus pupilos han recibido el cariño de los seguidores desde que los han presentado por megafonía, algo impensable con la plantilla que condujo al Córdoba a Segunda División B. Miguel de las Cuevas -uno de los jugadores que permanecen de la desastrosa pasada campaña junto a Chus Herrero, José Manuel Fernández, Sebas Moyano y el juvenil Antonio Moyano- ha sido aplaudido teniendo ante sí una segunda oportunidad con la parroquia andaluza. Y esa ha sido la idea de partida que han fraguado los dos fondos de animación -Incondicionales y Brigadas Blanquiverdes-, reiniciar sensaciones en cuanto a los protagonistas sobre el verde y centrar sus críticas en el palco -incluido el Consejo de Administración- y en los antiguos dueños -con González como principal diana-.

En el capítulo de los fichajes, Javi Flores se ha llevado la ovación de la noche. El cordobés retornó a su tierra pese a gozar de importancia en Elche, motivo que no ha pasado por alto la afición. Tampoco se han quedado atrás las muestras de afecto a José Antonio González, cedido desde el Granada después de salir por la puerta de atrás hace dos años. A los centrocampistas se han unido como refuerzos Juanto Ortuño, Edu Frías, Fernando Román, Jesús Álvaro, Raúl Cámara, Víctor Ruiz, Fidel Escobar, Ángel Moreno, Isaac Becerra e Imanol -estos dos últimos pisaron El Arcángel con el Nástic en mayo- y quedan por arribar el costarricense Sebastián Castro y varios refuerzos para apuntalar el plantel.

La noche del reencuentro no solo se ha focalizado en el cuadro local. Los rayistas, que lucharán por regresar a la élite del balompié nacional, han aparecido por la ciudad de la Mezquita con Alberto García, Andrés Martín, Federico Piovaccari y Paco Jémez a la cabeza -además de Bebé-. El cariño hacia estos profesionales que defendieron la elástica blanquiverde en su día ha roto en algunos instantes la relativa calma del graderío. A la expectativa y con cierto recelo ha dado sus primeros pasos el Córdoba. Habrá que esperar para comprobar si el inicio del campeonato oficial otorga nuevos aires al Arcángel.