Inma Jurado, de la pista a la enfermería

Cuando la salud entra en juego, el deporte deja de tener importancia. Y si no que se lo pregunten a Inmaculada Jurado, la cual está viviendo muy de cerca los efectos provocados por el Covid-19. La sociedad española se ha detenido estos días para poder hacer frente a una pandemia mundial. Sin embargo, para ella, al igual que para muchos otros miembros del cuerpo sanitario, la situación es totalmente opuesta. La cordobesa es una de las árbitras más destacadas de la Federación Española de Baloncesto (FEB), aunque, en su rutina, combina su pasión por la canasta con su vocación profesional en el sector sanitario. Y ahora es a ésta última a la que le ha tocado afrontar un choque de alto nivel.

Jurado arbitra cada fin de semana en el Grupo 2 de la Federación Española de Baloncesto, aunque ahora su tarea está en la lucha contra el coronavirus. Una realidad que palpa minuto a minuto desde la empresa de terapias respiratorias para la que trabaja, alternando su labor entre el sector público y el privado. Todo ello para tratar a pacientes de diversa índole y que estos días ocupan un lugar preferente en la lucha contra dicha enfermedad.

En este sentido, en declaraciones remitidas por el gabinete de comunicación de la FEB, Jurado afirma que “lo más difícil en estos momentos es tener que hacer frente a algo desconocido, un virus que hace no mucho veíamos en la distancia y con la sensación de que aquí no iba a llegar nunca. Quizás, por eso, a la sociedad le ha costado concienciarse de lo que íbamos a tener que pasar, pero ahora se ha convertido en un hecho de extrema gravedad que nos obliga a mantenernos unidos y a saber que esto es una responsabilidad de todos”.

Unas palabras que Inma tiene grabadas a fuego en su día a día y que trata de transmitir en su ámbito más cercano para tratar de concienciar a la ciudadanía, ya que “el mensaje es muy claro, y por ello es muy importante seguir todas las recomendaciones que estamos recibiendo estos días. Si queremos ayudar, no debemos salir de casa nada más que para lo estrictamente necesario, debemos lavarnos mucho las manos e intentar hacer un uso correcto y responsable de las EPI (Equipo de Protección Individual) para que el personal sanitario y todos aquellos que trabajamos en la primera línea podamos disponer de ellas evitando propagar así el virus”.

Porque si algo tiene claro esta árbitra del Grupo 2 es que los profesionales de su sector necesitarán de la ayuda de millones de españoles a la hora de poder ponerle freno a esta situación. De hecho, la cordobesa reitera que “en un momento como este, no es necesario ser personal sanitario para poder salvar vidas. Aquí cualquiera de nosotros puede convertirse en un héroe con algo tan sencillo como quedarse en casa o cumplir con el estado de alerta y las normas de seguridad. Con ello ponemos nuestro granito de arena para ser un gran equipo desde el que vencer a esta crisis sanitaria a nivel mundial”.

Un comportamiento que se ha ido haciendo más latente con el paso de los días, de los que “me quedo con la bondad que brinda la gente, con la ayuda incondicional a quien lo necesita, aunque esto suponga tener que arrimar el hombro ante personas desconocidas. Esa unión es la que nos permite ser más fuertes. Eso sí, esto debe hacernos reflexionar, ya que es una pena que, en ocasiones, haya personas que solo saquen este lado tan humano cuando suceden cosas de este tipo”. Y parte de esa bondad se ve reflejada cada tarde, cuando la ciudadanía sale a los balcones con el único fin de dar las gracias al esfuerzo del personal médico. “Son días y días sin descansar, horas y horas de trabajo y llegar a casa agotado teniendo que sacar fuerzas para tu gente, así que cuando ves los balcones llenos de gente aplaudiendo o te llegan mensajes y vídeos con la reacción de la gente no puedes evitar emocionarte. Nos transmiten mucha fuerza y hacen que de algún modo veamos recompensado todo este esfuerzo”, apostilla.