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Creemos en las matemáticas

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Paco Merino

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Con los partidos del Córdoba viene ocurriendo como con las películas de Jason Statham: cuando ves la última te da la sensación de que ya la viste antes. Todo es igual o peor. Lo de Los Cármenes trae mensaje. Si en un partido definitivo, con conjura de vestuario -se supone- y la presión que conlleva -en la clasificación y en el orgullo profesional- ser el colista de la Liga sucede esto... El Córdoba salió a verlas venir y le vinieron todas. El Granada lo destrozó en un duelo desigual, en el que los de Sandoval perpetraron una de sus actuaciones más lamentables. El primer tiempo entra por derecho en el museo de los horrores. Pasaron por Granada sin atisbo de tensión, con el miedo que produce la conciencia de no estar a la altura. Seguramente tienen una buena batería de excusas para explicar por qué enseñan este aspecto horrible, pero eso empieza a dar lo mismo. El desastre va más allá del césped. El descontrol es completo. Lo que se dice y lo que se hace van por caminos distintos. Lo único cierto es que el Córdoba va último, es el más goleado de la competición y no ha ganado ningún partido en siete jornadas. Hagan cuentas. Matemática pura.

No hay partido sin meneo en el Córdoba. Esta vez la sorpresita fue el ingreso de Jovanovic. El serbio es un futbolista con desborde en distancias cortas, que recibe faltas -entre las reales, las provocadas y las inventadas siempre saca alguna buena- y que posee esa dosis de inventiva que se viene echando de menos en un conjunto demasiado previsible en sus ataques. Lo de los centros desde la banda a Piovaccari y las subidas de los centrales para rematar los córners está muy bien, pero también muy visto. Al italiano se lo cepilló Sandoval en un arranque globalmente nefasto. Y el de Gallarate se fue con Lo de las fórmulas en ataque queda, sin embargo, supeditado a la eficiencia atrás. El Córdoba está obligado a rozar la perfección en la retaguardia para soñar con rentabilizar su producción ofensiva, pero no está al tono. Ni de lejos. Es blando y vulnerable hasta el extremo.

A los seis minutos del partido, la puñalada se la dio Fede Vico. El excordobesista, ídolo en su día de El Arcángel -debutó como profesional con la blanquiverde a los 16 años-, aprovechó la verbena de la defensa para firmar un 1-0 que festejo señalándose el nombre en la camiseta. La alegría para él pudo ser mayor antes de los diez minutos, cuando hubo una doble ocasión que abortó con dos paradones el retornado Carlos Abad. El tinerfeño lo pasó mal. Los locales se acercaban con asiduidad y lo probaban todo: entradas en combinación, disparos lejanos, acciones individuales... Al cuarto de hora, el talentoso Álvaro Vadillo lanzó un tiro raso que atajó Abad. El Córdoba no era capaz de hacer nada ante un Granada más hecho en todos los aspectos.

Sandoval se marcó un cambio arriesgado antes de los veinte minutos: sacó del campo a Federico Piovaccari y metió a Erik Expósito. Cambio de delantero centro. El Granada siguió a lo suyo. Un minuto después, firmó el segundo. Álvaro Vadillo rubricó su espectacular arranque con un trallazo que sorprendió a Carlos Abad. El Córdoba seguía a merced de su adversario de un modo total. Inseguro y sin referentes en el campo, con una actitud más que discutible, el equipo estaba más pendiente de aguantar los golpes que de dar alguno. A los 25 minutos, el festival nazarí continuó con una vistosa acción que tuvo dos disparos al palo: uno de Antonio Puertas y otro de Fede Vico. A la media hora, el 2-0 parecía un resultado fantástico a la vista del aluvión de oportunidades de los locales y la falta de combatividad de los de Sandoval.

En el minuto 31, Aguado fue el primero que intentó algo. El jienense soltó un zapatazo desde lejos que tocó en un defensa y salió a córner, que se sacó sin que ocurriera nada más. Sí que pasó en la puerta contraria, donde Vadillo se presentó en una veloz cabalgada delante de Carlos Abad y su disparo colocado lo desvió el portero tinerfeño, de largo el mejor de todos los que llevaban en el pecho el escudo del Córdoba. El defensa granadinista Martínez se quiso adornar -estaba totalmente solo en el área- con una volea que se le fue arriba en el minuto 35. El zarandeo era tremendo. Pocas veces en los últimos tiempos se había visto a un Córdoba tan sometido al contrario, tan pusilánime e ineficaz.

Tras el intermedio llegó un episodio esperanzador. Jovanovic se metió en el área y cayó ante el hostigamiento de Víctor Díaz. Pizarro Gómez señaló penalti y se fue hacia la pelota Aythami. El Córdoba había errado sus dos lanzamientos de pena máxima hasta ahora. El central canario fue a lo práctico: la reventó y entró por el centro. El 2-1 duró cinco minutos. En otra alocada situación en la retaguardia, Montoro firmo el 3-1 tras recoger un rechace y armar un disparo que tocó en Touré antes de entrar en la red.

Con el Granada acomodado, el Córdoba tuvo incluso opciones de meterse en el partido. Jovanovic gozó de una ocasión formidable ante Ruiz Silva, que le tapó bien en el mano a mano. El serbio la quiso colocar con la derecha y se le marchó fuera. Sin nada que perder, algunos sacaron la vergüenza torera para tratar de adecentar algo la situación. Sandoval metió en escena a Javi Lara en lugar de Aguado. Los de Diego Martínez mantenían la pelota ante un Córdoba que arañaba con las uñas comidas.

Para darle un poco más de picante al final, el técnico del Granada introdujo en el campo a otro excordobesista, Rodri Ríos, un delantero más para buscar un final más brillante. Los seguidores de Los Cármenes se las prometían felices abusando de un lánguido Córdoba y el segundo tiempo les estaba dejando una sensación algo agria. Y lo que sucedió fue que Bambok dejó perplejo a todo el mundo con un disparo lejano que no vio Rui Silva, tapado por muchos jugadores. El 3-2 llevó nervios al Granada y provocó en el Córdoba un revulsivo anímico. Pero llegó un último disgusto. Rodri Ríos finalizó una contra para poner el cuarto de la tarde y echar más sal en la herida abierta de un Córdoba muy pobre, que sigue dando bandazos por el campeonato a la espera de soluciones.

FICHA TÉCNICA

GRANADA, 4: Rui Silva, Víctor Díaz, Martínez, Germán, Álex Martínez, Montoro, Fede San Emeterio, Vadillo (Pozo, 63'), Antonio Puertas, Fede Vico (Aguirre, 74') y Adrián Ramos (Rodri Ríos, 80').

CÓRDOBA, 2: Carlos Abad, Fernández, Álex Quintanilla, Aythami, Luismi Quezada, Bambock, Blati Touré, Aguado (Javi Lara, 71'), Jovanovic, Jaime Romero (Jesús Valentín, 61'); y Piovaccari (Erik Expósito, 19').

ÁRBITRO: Pizarro Gómez (Comité Madrileño). Amonestò con tarjeta amarilla al local Rodri Ríos y a los visitantes Piovaccari, Jovanovic, Luismi Quezada y Jaime Romero.

GOLES: 1-0 (6') Fede Vico. 2-0 (20') Álvaro Vadillo. 2-1 (49') Aythami, de penalti. 3-1 (53') Montoro. 3-2 (85') Bambock. 4-2 (90') Rodri Ríos.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la séptima jornada de campeonato de Liga 1/2/3, disputado en el Estadio de Los Cármenes ante 9.931 espectadores. En los prolegómenos del encuentro se celebró un acto de homenaje a José Mingorance, que fue jugador de ambos clubes en Primera División.

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