Nuevo año, misma sonrisa
Volvía el fútbol a El Arcángel con el inicio del 2022. Nuevo año, pilas recargadas, pero mismas ambiciones. La idea pasa por, como mínimo, no variar mucho el guion de lo visto en el tramo final del 2021. Sobre todo, en casa. El Córdoba se daba cita de nuevo con su afición para un encuentro frente al Vélez que, pese a producirse tras el descanso navideño, servía para poner fin a la primera vuelta de la competición. Por tanto, un rival de nuevo desconocido y que se presentaba en el feudo ribereño, como otros muchos antes, con la intención de ser el primero en sacar algo positivo de ese estadio. No obstante, tras unos minutos de titubeo inicial, fueron los de Germán Crespo los que se hicieron pronto con la batuta del encuentro. Al menos en la posesión, ya que los primeros 45 minutos no gozaron de muchas ocasiones. Eso sí, las pocas que hubo fueron realmente claras.
Quizá la mejor fue, además, la primera. A los seis minutos de partido llegó la primera oportunidad de gol, y tuvo firma blanquiverde. Un centro medido de Ekaitz por banda izquierda lo remató de forma extraordinaria Willy con un certero golpeo ajustado al palo. No obstante, si bueno fue el cabezazo, mejor aún fue la parada de Miguel para repeler la pelota. El guardameta salvó de manera milagrosa a su equipo. Eso sí, el aviso dio paso a una nueva acción de peligro. Apenas dos minutos después, una internada primero de Perdomo la consiguió de nuevo atajar el meta y, en segunda jugada, Simo conectó un golpeo raso que sacó bajo palos un zaguero malagueño. Sacudidos los nervios, la inercia era claramente cordobesista.
Pero no todo iban a ser noticias favorables para los locales, que al cuarto de hora vieron como llegaba la primera sustitución. José Cruz se veía obligado a retirarse el césped por lesión, con lo que una bala se gastaba de forma prematura. Aún así, la intención del Córdoba era adelantarse lo antes posible, ante un Vélez que estaba empezando a sobrecargarse de amonestaciones. Con todo, el mejor de ese primer acto fue el guardameta visitante, que volvió a actuar en una fantástica falta botada por Javi Flores y que remató por bajo Bernardo Cruz, aunque de nuevo, el intento cordobés se topó con los excelentes reflejos de Miguel.
De ahí en adelante, el choque entró en un tramo pastoso, de poca circulación y mucho juego en la zona media del campo. Los acercamientos brillaban por su ausencia y el tiempo pasaba entre intentos fallidos de encontrar la portería, principalmente, con dominio del Córdoba. Un insípido 0-0 reflejaba en el electrónico al término de los primeros 45 minutos.
Le costó mucho abrir la lata al Córdoba, pero al fin lo consiguió. Prácticamente empujando el esférico dentro de la portería. Una buena jugada de combinación acabó con un pase al hueco que dejó solo a De las Cuevas ante el meta, pero de nuevo Miguel salió ganador del mano a mano. Eso sí, en esta ocasión, la segunda jugada la aprovechó Javi Flores, que trastabillándose y desde el suelo logró hacer el primero para los suyos. El tanto desató aún más la confianza en los de Crespo, que poco después hicieron el segundo en un gran centro por la derecha que remató a placer Simo pillando al meta a pierna cambiada. La exhibición, como otras muchas tardes durante este curso, volvía a surgir en El Arcángel.
Ya con la ventaja a favor, el ritmo del Córdoba fue decreciendo. Al menos en lo que respecta a la necesidad. Jugaba con todo a favor. Lo cierto es que siguió disponiendo de la posesión y de los acercamientos de mayor peligro, pues el Vélez apenas se acercó a la meta de un Carlos Marín completamente desaparecido, aunque los cordobeses tampoco estaban gozando de oportunidades claras de gol. Fue a raíz de que los malagueños subieron las líneas en busca de arriesgar y tratar de recortar la diferencia, cuando los locales aprovecharon las costuras de su rival. Primero en una buena acción por dentro en la que se protestó fervientemente un posible penalti, y poco después en una contra en la que un pase al hueco de Bernal lo prolongó perfectamente Willy para que Fuentes culminara. Cuestión de equipo. Generosidad. El Vélez tendría su momento de alegría en el último minuto del tiempo de reglamentario, pues Pablo Rodríguez consiguió recortar la distancia, aunque el golpe lo devolvió Casas en el descuento, anotando en el uno contra uno tras una excelente asistencia de Fuentes. Todos a una en busca de un ascenso que ya tiene tres puntos más de botín.
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