El Cajasur CBM se queda a las puertas del ascenso y pone fin a una temporada para enmarcar
Los proyectos, como en la vida misma, se tienen que construir desde abajo, teniendo una base muy sólida que te permita ir creciendo poco a poco. Da igual si tu equipo sénior está en una categoría u otra o si, incluso, has estado cerca de la élite, lo importante es creer en el trabajo a largo plazo, sin dejar a un lado la posibilidad de mirar al presente con cierto optimismo. Y es que el Cajasur Córdoba de Balonmano (CBM) cumple todos los requisitos para ser un club, como mínimo, de División de Honor Plata, pero la actualidad les ha hecho que la Primera Nacional sea su lugar por, al menos, una temporada más. Aunque eso no significa que su nivel ha sido una auténtica sorpresa en este curso regular.
Y es que ya fue un auténtico hito que los chicos dirigidos por Jesús Escribano lograsen la clasificación para el play off. El objetivo era asentarse en la tercera máxima categoría del balonmano nacional con un equipo muy joven, pero con proyección. De hecho, esa mezcla entre juventud más varias piezas veteranas parecían ser el cóctel perfecto como así fue. Sin embargo, la desdicha se alió en cierta instancia con el devenir de un Cajasur CBM que tenía que jugarse el ascenso con el Sant Cugat, el Granollers B y el Zarautz en territorio vasco. A pesar de ello, la garra sobresalió una vez más.
A pesar de que perdió el primer encuentro de esta fase, el Cajasur CBM ganó los dos siguientes, quedando expectante a que el Zarautz, equipo anfitrión, no lograse la victoria ante un Sant Cugat. Tanto fue así que el conjunto vasco llegó a los últimos segundos con un empate en el marcador, pero una acción muy polémica hizo que los colegiados decretasen un injusto siete metros que dejó a los granates como los mejores segundos de esta promoción, quedándose sin ascenso directo a División de Honor Plata pero sí con una segunda opción, enfrentándose contra el décimo tercer clasificado de la categoría superior.
Por tanto, ya no tenías que ganar a un equipo de tu misma división, sino que el Ibiza llegaba a Fátima con la vitola de favorito y así lo demostró. Aunque el polideportivo cordobés mostraba una grandísima imagen, el conjunto ibicenco logró una renta de hasta siete goles que fue fácilmente administrada en la vuelta. Aun así, los chicos dirigidos por Jesús Escribano metió el miedo en el cuerpo a unos locales que tuvieron que pedir tiempo muerto porque los granates atacaban para ponerse cuatro arriba. Por tanto y a pesar de que el ascenso se quedó más cerca de lo esperado, el Cajasur CBM vuelve a Córdoba orgulloso de la imagen mostrada, estando seguros de que el ascenso llegará antes o temprano, pero la unión del vestuario ante las dificultades fue lo más reseñable. Honor y garra.
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