Liga Nexus Energía ASOBAL

El Cajasol Ángel Ximénez sigue sin arrancar y cae con claridad ante un Bidasoa Irún superior

El Cajasol Ángel Ximénez de Puente Genil sigue sin encontrar la tecla en este arranque de la Liga Nexus Energía ASOBAL y sumó su segunda derrota consecutiva al caer en casa, en el Pabellón Alcalde Miguel Salas, ante un Irudek Bidasoa Irún que demostró su condición de aspirante a todo. El conjunto pontano, que buscaba inaugurar su casillero de puntos, plantó cara durante treinta minutos, pero se vio completamente superado en una segunda mitad en la que el equipo vasco impuso su ley para llevarse una merecida victoria por 30-36.

El partido arrancó como se esperaba: con un ritmo altísimo y un vibrante intercambio de golpes. Pese a la necesidad, el Ximénez no se arrugó y durante la primera parte la igualdad fue la nota dominante, con alternativas constantes en el luminoso. Con un Lucas Aizen inspirado en el bando local, los pontanos respondían a cada embestida de los irundarras, manteniendo el pulso del encuentro. Sin embargo, fueron los pequeños detalles y una mejor gestión de los minutos finales los que permitieron al Bidasoa marcharse al descanso con una ligera ventaja (16-18), sellada con un soberbio tanto de Dariel García justo sobre la bocina.

Tras el paso por vestuarios, el guion del partido cambió radicalmente. El Bidasoa regresó a la pista con una marcha más, elevando su intensidad defensiva a un nivel inalcanzable para los de Paco Bustos. El ataque pontano comenzó a atascarse y se estrelló una y otra vez contra el guardameta polaco Jakub Skrzyniarz, que se erigió como uno de los protagonistas del choque con paradas de mucho mérito.

De hecho, esta solidez defensiva fue la plataforma de lanzamiento para el Bidasoa. Cada error o cada lanzamiento fallido del Ximénez era penalizado con un veloz contraataque que hacía mucho daño a los repliegues locales. Con un Julen Mujica letal (8 goles) y un Mielczarski muy acertado en el tramo final, los visitantes fueron abriendo brecha en el marcador de forma progresiva, hasta alcanzar una máxima renta de ocho goles (23-31) que dejaba el partido prácticamente sentenciado a falta de diez minutos para el final.

Los últimos compases del encuentro sirvieron para que el Ángel Ximénez, tirando de orgullo, intentara maquillar un resultado que ya no peligraba para los visitantes. Sin embargo, ginalmente, el Bidasoa gestionó su ventaja con oficio para cerrar una victoria que le permite seguir colíder y que deja al Ximénez en la parte baja de la tabla, sin puntuar tras dos jornadas y con la urgencia de revertir la dinámica con el duelo de la próxima semana en Ciudad Real.