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Córdoba siempre ha sido una cantera de atletas de alto nivel nacional. En el panorama internacional, resuena el nombre de Carmen Avilés, quien defendió el orgullo nacional en los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero hay muchos otros atletas que forman una base sólida de atletismo en la provincia, copando los mejores clubes y luchando en campeonatos regionales, autonómicos y nacionales por los codiciados metales de bronce, plata y oro.

María del Mar Marqués (Montilla, 1999) es una de estas atletas que se esfuerza por mantener su nombre en lo más alto de los ránkings nacionales. Defendiendo los colores del Trops - Cueva de Nerja, uno de los clubes más punteros de Andalucía, Marqués ha asumido recientemente la presidencia de su club natal, el Club Atletismo Montilla. Con solo 25 años, su trayectoria en el mundo del atletismo, que abarca el cross y las carreras de obstáculos, es envidiable, mientras que su futuro, ligado al atletismo y a Montilla, se presenta lleno de ilusión y planes de éxito.

PREGUNTA. Para comenzar por el principio, ¿cómo fueron tus inicios en el mundo del atletismo?

RESPUESTA. Yo llevo corriendo desde que tenía tres añitos prácticamente. Recuerdo que me llevaban a la carrera de Aguilar de la Frontera porque mi tito corría, e iba por hacer algo. La verdad es que estaba ahí, entre el baloncesto y el atletismo, lo que ocurre es que ya empezaron los estudios más fuertes, y me tuve que decidir por una. Estaba entrenando bastante bien en atletismo, estaba ganando carrerillas populares, y me decidí por el atletismo. Después me federé y empecé a competir a un nivel más alto. Ese fue realmente el comienzo.

P. Siempre te han llamado la atención los deportes.

R. A mi madre solo le pedía atletismo y baloncesto. Iba a entrenar con el Club de Atletismo Montilla, pero con el tema de los estudios, tuve que decidir entre uno u otro porque ya no me daba la vida para más. Era una rutina de partidos los sábados, carreras los domingos, salía del pabellón de entrenar baloncesto, y me iba para el atletismo sin parar, y estaba más tiempo haciendo deporte que haciendo tareas. Pero en ese momento, el atletismo me atrajo más.

P. ¿Por qué el atletismo, y no el baloncesto? ¿Algún motivo en especial?

R. Me lo pasaba muy bien en los entrenamientos, con la gente y eso. Hicimos un grupo muy bueno allí, en el Club Atletismo Montilla, y es que todas las tardes estaba deseando que llegara la hora del atletismo. Al final te tiran los grupillos, la gente que tienes alrededor, y eso es lo que te hace decidir entre una cosa u otra.

P. ¿Y cómo recuerdas aquellos primeros pasos en el atletismo, aquellos grupillos que has comentado, aquellas primeras carreras?

R. Al principio iba solo a carreras populares, todos los fines de semana. Aquello era muy guay, era ir a entrenar, juegos, tal. Después ya es verdad que los entrenamientos en Montilla se me quedaban más bien cortos, y entonces me fui a entrenar a Aguilar de la Frontera porque en Montilla no había pista en ese momento. Vino un hombre y le comentó a mi padre que quería empezar a entrenarme. Y él ha sido mi entrenador durante ocho años, Ibrahim. Con él empecé a meter más caña.

P. También es el entrenador de Fátima Ouhaddou, ¿no?

R. Sí, Ibrahim es el marido de Fátima. Es más, creo que empezó entrenándome a mí antes que a Fátima -ríe-. Yo ahí tendría unos 14 o 15 años. Y bueno, ya después he empezado a entrenar con mi pareja, que se ha puesto a entrenar a gente y tal.

P. ¿Qué tal te ha ido en las competiciones?

R. Yo estaba con el Atletismo Montilla, pero es un club muy chiquito. Al fin y al cabo, yo, por ejemplo, he ido a campeonatos de España, pero me tenía que pagar alojamiento, desplazamiento y todo, viajando prácticamente sola. Gané el campeonato de Andalucía de cross en 2015, y me fui con la selección andaluza de atletismo, y ahí comencé a conocer a mucha gente de clubes distintos, pero sobre todo del Nerja, y empecé a hacerme amiga de ellos. Me contaban que iban a un montón de competiciones distintas. Total, que hablamos con el presidente del club del Nerja para ver si estaba interesado en mí, y me dijo que sí, pero que debía tener en cuenta que era un club muy competitivo, uno de los más fuertes a nivel andaluz. Me dijo que si quería ir a las competiciones, iban las mejores, y tenía que competir no solo por marcas, sino también contra la gente más puntera de Andalucía. En ese momento estaba súper motivada y me pareció hasta buena idea, sobre todo para ir superándome.

P. Cross, salto de obstáculos... ¿Cómo llegas a desarrollarte en tantas disciplinas? ¿Hay alguna que prefieras sobre otra?

R. Mira. Yo, por ejemplo, en invierno hago temporada de cross. El cross me encanta. Es súper duro, pero lo disfruto muchísimo. Después, para los obstáculos tienes que llegar con fondo, y el fondo que coges en invierno en el cross te hace llegar bien a la carrera de obstáculos. El salto de obstáculos no lo hacía antes porque tenía el menisco roto y era imposible, así que me centré en 1.500 y 3.000 lisos. Después me operé del menisco, empecé súper bien, me lancé a probar el salto de obstáculos y resultó que me encantó. Y hasta ahora me ha ido muy bien. Me encantan los obstáculos y hasta el momento no me ha dado problemas. Estoy fortaleciendo el músculo constantemente y eso me ha ido bastante bien. En definitiva: en invierno, los cross; en verano, los obstáculos; y después, pista cubierta no la entreno en sí porque coincide con la temporada de cross, pero meto igualmente 1.500 o 3.000.

P. ¿Cuál consideras que es la clave del éxito?

R. Yo creo que es constancia, constancia y más constancia. No te creas que a mí me apetece entrenar todos los días. A lo mejor hay días que está lloviendo, pero tienes que salir. Si no cumples con el entrenamiento, no se llega a los objetivos. Es eso, constancia y sacrificio. Al final, no es un deporte fácil, es un deporte en el que pueden venir lesiones y, si no puedes correr, toca nadar o ir en bicicleta, pero, por lo menos, que no pierdas la forma mientras estás lesionada.

P. ¿Cómo es tu preparación para una carrera?

R. Hay varias fases. Primero tienes la pretemporada, donde se meten más kilómetros a ritmos más lentos. Ya cuando empieza la temporada, por ejemplo, con los cross, la semana de la carrera tienes que bajar intensidad. Para pista, hay que meter más cantidad de series, más explosivas, que, para mí, son normalmente series de 400. Ahora mismo, por ejemplo, estamos a punto de comenzar la temporada de cross, pero hasta ahora hemos estado haciendo muchos kilómetros, mucho ritmo uno, y ya así estamos empezando a meter algo más de ritmo dos, un poquito más de intensidad.

P. Piensa en todas las carreras que has competido. Si tuvieses que quedarte con alguna en específico, ¿te viene alguna a la mente?

R. Sí, sin duda el Campeonato de Andalucía de 2015. Fue la primera vez que fui con la selección, y ese momento en el que crucé la meta y me coroné campeona de Andalucía... increíble. Recuerdo que estaba allí mi entrenador, mi familia, que siempre ha estado conmigo en las competiciones. La emoción de ser campeona y, además, irme con la selección fue indescriptible. También, otro momento especial fue en Itálica. Llevo yendo a esa carrera desde que tenía unos ocho años. Recuerdo ver a las niñas que subían al podio y les entregaban el plato de Itálica, y yo siempre pensaba: “Un día lo conseguiré”. La primera vez que subí quedé tercera, era juvenil de primero, y me llevé mi plato. Desde entonces, he vuelto a subir cinco veces más, pero esa primera vez fue inolvidable.

P: Recuerdas también tu primera medalla y tu primer campeonato importante en Andalucía, ¿cómo fue?

R: La primera medalla fue en Almuñecar, en un Campeonato de Andalucía de 3.000 metros lisos. Gané el oro. Recuerdo que, de vuelta en el coche, no podía evitar llorar de emoción, de haberme proclamado campeona de Andalucía. Ese mismo día íbamos a la fiesta de fin de curso de mi hermana pequeña, y no llegábamos, pero yo estaba llena de adrenalina y emoción. Un año antes, había quedado cuarta en mi primer campeonato, fue en un 3.000 también, pero cometí el error de correr por la calle 2 o 3 cuando todas iban por la calle 1, y me acabé corriendo 7 metros más por vuelta. Esa experiencia me enseñó muchísimo, y es algo que siempre les cuento a los niños que entreno. Aunque parezca una tontería, esos metros de más pueden marcar la diferencia, pero todas esas pequeñas cosas te enseñan para la próxima vez.

P: ¿Cómo influye tu entorno, tu familia y amigos, en tu rendimiento deportivo?

R: Pues mira, yo fui la primera en mi casa en empezar con el atletismo, y poco a poco mi familia se fue uniendo. Mi hermana mayor se apuntó también, mi madre empezó a correr durante los entrenamientos, y mi hermana pequeña, aunque le gustaba menos, ahora está más motivada. Incluso mi padre, que siempre decía que él no podía correr, acabó haciéndolo. Primero empezó con la bici, luego con carreras y ahora hasta hace medias maratones. Ahora toda la familia está corriendo, ¡una locura!

P: Fuiste una figura clave en el mural de la igualdad en Montilla. ¿Qué significa para ti ser un referente, especialmente para las más pequeñas?

R: Es una ilusión enorme. En Montilla la gente me reconoce por ser “la que corre”. A veces no saben ni el esfuerzo o el nivel que implica, pero que te conozcan como la deportista de Montilla es algo muy especial.

P: El aspecto mental es clave en el deporte. ¿Cómo gestionas ese factor, sobre todo en carreras tan exigentes?

R: En las carreras de cross, por ejemplo, es casi inevitable que, en algún momento, pienses en retirarte porque el cansancio es brutal. Pero al final siempre sigo adelante, nunca me he retirado de una carrera. La mente juega un papel muy importante, diría que es el 50% de la carrera. Siempre me repito a mí misma: “Vamos, tú puedes”. Y por ahora, psicológicamente, me manejo bastante bien.

P: Has mencionado una lesión de rodilla. ¿Te replanteaste seguir corriendo en algún momento?

R: Sí, muchas veces. A los 14 años, saltando en un foso de longitud en Montilla, me lesioné la rodilla. Al principio me decían que era un esguince, pero al final, después de mucho tiempo, me diagnosticaron el menisco roto. Fueron años de entrenamiento intermitente, con mucho dolor y lágrimas de impotencia, hasta que finalmente me operaron. Salir de una lesión así cuesta muchísimo, te replanteas si realmente vale la pena el esfuerzo, pero al final, la pasión por correr te lleva a seguir adelante.

P. Presidenta del Club Atletismo Montilla. Suena bien, ¿no?

R: Ha sido una locura, la verdad. El club estaba ahí y no quería nadie meterse en la presidencia. Es una pena porque, al final, son las raíces. Desde pequeña estoy en el club, y estoy entrenando a todos los niños de allí, y que ahora, de repente, se pierda el club... Así que bueno, hemos tirado para adelante. Hablé con algunos padres de niños que estaban muy involucrados, y hemos llegado a la presidencia. De momento, mucho papeleo, mucho tiempo ajustando cosas, pero bueno, a ver si va saliendo la cosa para adelante. Por lo menos, por intentar, que no sea.

P. ¿Y qué planes tienes? ¿Tienes algo ya planeado para el futuro del club?

R. Ahora mismo estamos súper liados con la VII Milla de Montilla, que es el próximo 9 de noviembre. A ver si se apunta gente, si le damos vida a eso, y a ver si sacamos el club adelante para que tengamos más niños federados. De momento, la cantera va bastante bien. A ver si, de ahí, va para arriba y mejora.

P: ¿Y a nivel personal, qué objetivos te marcas, tanto deportivos como en otros aspectos?

R: Este año uno de mis grandes objetivos era volver al Campeonato de España absoluto. El año pasado quedé quinta y este año, séptima y me he metido entre las finalistas, lo cual fue un gran logro, ya que en ningún momento se me pasaba a mí por la cabeza. Eso ha sido un objetivo que no lo tenía en la cabeza, así que más bien ha sido un logró. También logré batir el récord de Córdoba en los 3.000 obstáculos con 10:28. Para el año que viene, quiero mejorar ese tiempo. A nivel profesional, ahora mismo trabajo en un gimnasio de entrenamientos funcionales y, junto a mi pareja, hemos creado una marca llamada “Despega”, donde incluimos lo que son entrenamientos, por ejemplo de atletismo, que es lo que te comentaba antes de los niños; entrenamiento para opositores, que la verdad es que está creciendo y tenemos un montón de opositores; y el tema de nutrición, que estamos también dándole caña y bastante bien.

P: Para cerrar, ¿qué mensaje te gustaría dar a las niñas que te ven como un referente en Montilla?

R: Pues que sigan como van, que lo más importante es que se lo pasen bien en los entrenamientos, que disfruten. Siempre se lo digo a ellos y a los padres, que son muy pequeños, y que tienen que venir a pasárselo bien, no tanto a buscar resultados ni tiempos. A su edad, mi objetivo era simplemente no quedar última. Al final, la constancia te hace llegar a estos sitios. Que no tengan prisa, que no pasa nada si se pierde una carrera, si quedo cuarta o quinta, que no hace falta enfadarse. Al final, es un orgullo que estén ahí, corriendo. Poquito a poco, con sacrificio, esto se consigue, pero que ahora mismo, disfruten.

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