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Juan Velasco

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La pandemia que estallo hace quince meses dejó en fuera de juego a todo el ecosistema musical de España en mayor o menos medida. Pero, si hay un grupo para el que el 2020 estaba llamado a ser su año de despegue definitivo, ese era Viva Belgrado, el proyecto de hardcore y screamo surgido en Córdoba y que, con un sonido personalísimo y potentísimo, había ido conquistando el mundo a bocaditos.

Su última dentellada se llama Bellavista, y salió a principios de abril de 2020, con la crítica rendida ante el derroche de nuevos sonidos y territorios que la banda cordobesa acababa de abrir en la grabación. La pandemia cayó como un muro que los puso ante el espejo. Cercenó su gira internacional y cortó su trayectoria, al tiempo que aquel disco iba ganando oyentes hasta culminar 2020 como Mejor Disco del Año para publicaciones como Mondosonoro, Rockzone o El Giraldillo. Poca broma.

Convertidos en la voz del desencanto de una generación, Viva Belgrado suelen esconderse detrás de un muro de sonido. Por eso, en la redacción nos asalta la alegría cuando su líder, el guitarrista, letrista y cantante Cándido Gálvez, acepta grabar un Indirecto en formato acústico. “Escoge un sitio”, le dijimos. Y nos citamos en El Cristo de los Faroles un par de días antes de su concierto en el Teatro Góngora.

PREGUNTA. Tocar en un teatro y con la gente sentada ya es algo distinto a lo que soléis hacer. Más para una banda con tanta fuerza.

RESPUESTA. Muchas personas nos han señalando lo chocante que les parece este contexto para nuestra música. A nosotros nos parece que tendría que normalizarse una vez cambie la situación con la pandemia. Llevamos mucho tiempo hablando de cómo nos gustaría poder llevar nuestra música fuera del contexto del ocio nocturno y el alcohol; lo chocante para nosotros es que haya tenido que llegar una pandemia para poder hacerlo.

P. ¿No sé si las canciones de Bellavista, que era un disco con un mundo interior muy rico y que tardó un tiempo en gestarse, han cambiado en el último año y ahora os apetece hacerlas/tocarlas/cantarlas de otra manera?

R. Creo que el directo siempre es otra cosa y que incluso la interpretación de las canciones cambia de una noche a otra dependiendo de nuestra energía, del público, del contexto. Sí es verdad que con Bellavista intentamos registrar las canciones con una producción más limpia y en directo ganan en intensidad.

P. Los reconocimientos que ha recibido el disco han sido múltiples, aunque me imagino que la sensación ha sido agridulce por el contexto en que ha ocurrido todo.

R. Ha habido mucho reconocimiento por parte de la prensa y, en general, ha sido inesperado. Así que sí, ha sido especialmente agridulce por el año que teníamos planeado, con una gira larguísima por Europa, Japón y Sudamérica. Pero la retomaremos en cuanto sea posible.

P. ¿En qué ha cambiado Viva Belgrado durante el último año?

R. Habíamos orientado la gira de Bellavista para intentar dedicarnos prácticamente solo a la banda, pero hemos tenido que adaptarnos, bajar el ritmo. Nos hemos dispersado un poco.

P. ¿Qué es lo más duro que habéis afrontado este año y cuál sería la cosa más positiva para Viva Belgrado?

R. Por suerte no tenemos familiares ni casos cercanos que lo hayan pasado mal debido a la Covid, somos afortunados. Diría que lo más duro es lo mismo que la mayoría de las personas ha tenido que afrontar: ver cómo su vida ha cambiado drásticamente de un día para otro.

P. Siempre habéis contado que la música es más un hobby que una ocupación para la mayoría del grupo. ¿Eso ha sido de ayuda en esta situación? ¿No tener todos los huevos en la cesta de la música os ha permitido ver con cierta distancia todo lo que está ocurriendo en el sector?

R. La música nunca ha sido una ocupación en el sentido salarial, pero sí que lo ha sido a nivel de esfuerzo, tiempo invertido e ilusión. Como te decía, hemos tenido que recolocarnos y dar prioridad a otros aspectos de nuestra vida. No obstante, es verdad que nuestro sustento no depende de la banda y nuestra situación no ha sido como la de los profesionales del sector.

P. ¿Os sentís profetas en vuestra tierra?

R. Ni en nuestra tierra ni en la de otros. Al final la música para nosotros es simplemente una forma de vivir, comunicarnos e interaccionar con nuestro entorno. Nos gustan las prácticas y las comunidades que se crean a su alrededor, disfrutamos y nos enriquecemos de ellas.

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