Ya puedes soltarte, Rufus T. Firefly
El quinteto de Aranjuez presentó el viernes su disco “nueve” en la Sala Hangar teloneados por los sevillanos Victoria Ford
Muchos teclados sobre el escenario te hacen pensar que la noche va de teclas y ruiditos. El arsenal de Korg en escena empezó a desplegarse con Victoria Ford que interpretó cinco canciones entre la marabunta de instrumentos.
El trío Victoria Ford vinieron desde Sevilla defendiendo su EP recientemente editado Montaña, guía y milagros. Guitarra, bajo y teclados, ausencia de batería y presencia de una sucinta caja de ritmos. Tan solo cinco temas no son suficientes para ver el desarrollo de un grupo. Aún echando en falta una batería, te dejas atrapar por melodías intensas al más puro estilo Editors. Habrá que ver la evolución.
Quince minutos de rigor para despejar el aparataje y que suban los cinco de Rufus T. Firefly. Los de Aranjuez llevan meses presentando las canciones de nueve por salas y festivales. Directo compacto desde primera hora que te trae reminiscencias de muchas cosas, pero de ninguna en concreto. Sus canciones se desarrollan en directo más allá de los cinco minutos, envolviendo los acordes con texturas de teclados, efectos y arpegios interminables de guitarras. Las canciones cobran vida y permanecen en constante evolución, poco predecibles con altos y bajos que hacen que inevitablemente te acuerdes de los de Thom Yorke (vocalista de Radio Head). La electrónica se cuela en cada corte y la voz de Víctor Cabezuelo marca puntos de inflexión con cuasi desgana que aportan impronta a cada composición.
Se nota el tamiz de Manolo Cabezalí (Havalina) en las bases rítmicas y en el desarrollo de las canciones. Probablemente estamos ante un grupo injustamente desconocido para la masa indie por sus canciones y sus directos, cosas que desgraciadamente pasan.
El increíble hombre menguante, Escribe aquí, Pompeya, Nueve, Subir a por aire y una Demerol y piedras (sorprendente para mi en directo) para terminar con la brutal El problemático Winston Smith.
Lo que sería un repertorio de quince temas tuvo que alargarse un poco más ante la sorpresa de los Rufus, que hasta tuvieron reunión de equipo tras la ovación final que reclamaba más. La sala tuvo que volver a bajar las luces y desconectar el audio de los CD, para que los de Aranjuez se despidieran con un último tema y brindaran con la mitad de entrada de la sala que asistió.
Ya puedes soltarte como dicen en una canción. Dejar la barandilla y nadar hasta cruzar a la otra orilla, al lugar que os corresponde. Discazo y concierto enérgico, sin complejos, sin comparativas. Rufus T. Firefly ya puedes soltarte.
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