La periodista cordobesa que narró el primer mandato de Trump: “Ahora, todo el mundo quiere ser su amigo”

Cuenta la escritora, poeta y periodista Azahara Palomeque (Castro del Río, Córdoba, 1986) que cambia mucho ver a Donald Trump desde Córdoba, donde vive desde hace algo más de un año, que desde Estados Unidos, donde residió y trabajó durante el primer mandato del nuevo residente de la Casa Blanca. “Lo veo de nuevo ahí y pienso: de la que me he librado”, suelta una escritora que dejó el país de Trump en el año 2022.

Lo hizo harta de la violencia, la crispación, la debilitación constante del estado del bienestar y el acoso y persecución a los inmigrantes. Y ella, aunque trabajara en una universidad de prestigio y tuviera seguro médico, para muchos norteamericanos seguía siendo una extranjera. Así que hizo las maletas y se volvió a España.Sus amigos hoy le dicen que tuvo buena vista. “Yo intuía que era el momento de escapar y la intuición ha resultado ser un buen indicador”, cuenta en una charla con Cordópolis.

La periodista, sin embargo, está reviviendo estos días parte de su historia en Filadelfia y otras urbes de Estados Unidos. En parte por la vuelta de Trump, en parte porque ha vuelto a las librerías la reedición de Año 9. Crónicas de un Estados Unidos en crisis (RIL Editorial), una versión corregida y extendida de las crónicas que escribió durante el primer mandato del magnate, y en cuya publicación ya estaba trabajando antes de que lograra una victoria en las últimas elecciones.

“Fue casi casualidad”, cuenta Palomeque. Su editor le comunicó el año pasado que los ejemplares de la primera edición se habían agotado, y juntos decidieron lanzar una nueva tirada. No quisieron hacerlo coincidir con las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y al final ha llegado a las librerías coincidiendo con la toma de posesión de quién las ganó, que curiosamente es el mismo presidente que mandaba en Estados Unidos en el momento en que se escribió la primera edición del libro.

La desigualdad y la polarización

La nueva, no obstante, incluye cinco textos adicionales escritos durante la pandemia y un cuento que, aunque es ficción, tiene un profundo anclaje en la realidad. Estas adiciones abordan un periodo que culminó en el asalto al Capitolio, un evento que marcó la historia reciente de Estados Unidos. “En esas crónicas hablo del verano del confinamiento, de las protestas por George Floyd, de la politización de las mascarillas… Es un reflejo de cómo los conflictos sociales se agudizaron hasta el límite, precisamente en los últimos días de su primer mandato”, explica.

Para Palomeque, releer sus propias crónicas desde la tranquilidad del sur de España ha sido una experiencia intensa. “Se me puso la carne de gallina. Por un lado, porque ahora veo los toros desde la barrera; pero por otro lado, creo que es un libro que sigue vivo. Es un testimonio de problemas estructurales del país”, afirma la autora, quien, durante sus años en Estados Unidos, vivió de primera mano los efectos de una sociedad marcada por la desigualdad y la polarización. 

Y tuvo la suerte de poder contarlo. “En aquellas crónicas contaba cómo funciona el sistema sanitario, cómo es vivir en un país donde en cualquier momento te pueden pegar un tiro, cómo es ser un inmigrante en esa tierra. Y compruebo que, a pesar del tiempo, todo eso sigue siendo actual”, apostilla, antes de aclarar que, aunque su experiencia fue privilegiada en comparación con la de la mayoría social de Estados Unidos, vivir en ese contexto también tuvo un alto coste emocional para ella.

De hecho, cuando se le pregunta si recomendaría a alguien mudarse a Estados Unidos, responde con cautela. “Depende de las circunstancias, pero lo primero que diría es: hazte un seguro médico. Vivir allí te permite aprender mucho sobre el capitalismo extremo y las peores tendencias políticas, pero si eres una persona sensible, puedes sufrir mucho al ver la pobreza y la desigualdad tan de cerca”, confiesa antes de abordar la vuelta de Trump a la Casa Blanca.

“El resto del mundo también está mejor preparado para Trump”

El hecho de que la etapa de Joe Biden no haya mejorado la situación de los inmigrantes, la violencia desatada y la falta de un sistema sanitario universal, hace, a su juicio, mucho más peligrosa la vuelta de un Donald Trump cuyo segundo mandato, asegura, va a ser diferente al primero. “Esta vez, Trump está más preparado. Sabe perfectamente qué es lo que hay que hacer, cómo funcionan las instituciones, está mejor asesorado”, reflexiona. A su juicio, la primera legislatura fue un ensayo constante de improvisación y error. Ahora, sin embargo, cuenta con un apoyo mucho más estructurado, incluyendo sectores tecnológicos y financieros que no estaban alineados con él en 2017. 

“Me hizo gracia que hace unos días dijo unas declaraciones: 'En mi primera legislatura todo el mundo me criticaba y ahora todo el mundo quiere ser mi amigo'. Yo creo que esa frase podría resumir muy bien la situación en la que nos encontramos. Porque la llegada de Trump a la Casa Blanca en un primer momento fue un choque político y un choque cultural para todos. Ahora no lo es. Ahora tiene mucho más apoyo. Eso lo hace más peligroso”, asegura la periodista, que pone como ejemplo que su llegada, a diferencia de 2017, ha sido firmando órdenes ejecutivas que fomentan deportaciones masivas, quitar el derecho a la ciudadanía a los nacidos allí, y adelgazar el estado del bienestar, del que “ya queda muy poco”.

Y a eso se le suma “una agenda imperialista que no estaba antes”. Precisamente, este último aspecto es quizá el principal punto débil que le ve a Trump en esta nueva etapa. “Su política arancelaria, su agenda imperialista… todo eso genera tensiones globales. Y creo que, igual que él está mejor preparado, el resto del mundo también. Espero que los líderes internacionales hayan aprendido de esta experiencia”, matiza la periodista, que pone la lupa en la principal novedad del segundo mandato: el apoyo abierto de Silicon Valley.

La masculinidad tóxica y las redes

¿Es posible que precisamente por tener este apoyo haya metido demasiados gallos en un mismo corral? Palomeque se lo piensa. “Creo que son masculinidades bastante bien compensadas y administradas, en el sentido de que uno tiene el poder económico, otro tiene el poder político y que entre ellos se van a entender. Pero, desde luego, lo que hay es una gran masculinidad tóxica que sobrevuela toda la Casa Blanca”, afirma la periodista, que entiende que abandonar las redes sociales en estos momentos es “una decisión personal”.

En este ámbito, aprovecha para recomendar el libro La era del capitalismo de la vigilancia, de Shoshana Zuboff, que explica cómo se recolectan los datos y se comercializan los perfiles psicológicos de los usuarios de Meta, X o Google.

“La pérdida de privacidad, la venta de nuestros pensamientos más íntimos, de nuestras ideas, todo eso ya estaba ahí. Era una cosa muy perversa antes. Pero ahora, por ejemplo, X ha servido para facilitar la victoria de Trump en las elecciones. Yo creo que por lo menos hay que pensarse dos o tres veces en qué invertimos nuestra atención y si compensa contribuir a proyectos devastadores contra la democracia”, concluye.