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Manzanas rectangulares, calles estrechas y enormes edificios públicos: así era la Medina Azahara aún oculta

Imagen extraída tras los trabajos de geofísica en la zona sin excavar en Medina Azahara.

Alfonso Alba

8 de noviembre de 2025 20:26 h

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Como una especie de Google Maps de la arqueología, un equipo multidisciplinar de la Universidad de Córdoba y la dirección del yacimiento de Medina Azahara han publicado lo que aún se esconde bajo toneladas de tierra fértil. Incluso se adivina a vista de cualquier aficionado a la arqueología que la extensión de la antigua ciudad omeya es un gigante aún dormido, a la espera de los arqueólogos, para aflorar un infinito de manzanas residenciales, de arrabales, acueductos, murallas y edificios públicos construidos al calor del poder califal.

Medina Azahara fue una suntuosa ciudad palatina construida por el califa omeya Abd al-Rahman III (al-Nasir) en torno al año 936. Sede del califato Omeya de al-Andalus, la ciudad se convirtió en el símbolo del Estado andalusí hasta su destrucción en 1010. Se encuentra ubicada a unos cinco kilómetros de Córdoba y es la ciudad palaciega más grande construida por la dinastía omeya. Aunque solo se ha excavado alrededor del 10% de su superficie original desde su redescubrimiento en el siglo XIX, se trata del sitio de excavación islámica más importante de España. Históricamente, la investigación se centró en la zona del alcázar, concentrando los esfuerzos en los edificios oficiales, de arquitectura más monumental y mayor carga decorativa.

Ahora, los arqueólogos han podido cartografiar la “medina oculta”, demostrando que Medina Azahara era, en efecto, mucho más que el alcázar monumental que ha centrado la investigación durante más de un siglo. Los resultados, que marcan un “antes y un después” en la interpretación de este monumento, Patrimonio Mundial, fueron expuestos por Massimo Gasparini, Antonio Monterroso y Alberto León Muñoz (de la Universidad de Córdoba) y por el director del Conjunto Arqueológico, Antonio Vallejo. Este proyecto, que arrancó en 2021 y que ha superado la cuarta fase, busca avanzar en el conocimiento de la vida urbana prestando una atención prioritaria a las áreas aún no excavadas que se extienden al sur de las terrazas superiores. En estos sectores debieron concentrarse las actividades comerciales y artesanales, los espacios para albergar a las tropas y las construcciones de carácter residencial del resto de la población. La información disponible sobre estos sectores urbanos era hasta ahora muy exigua.

Imagen del proyecto que ha cartografiado la ciudad junto a Medina Azahara.

La estrategia clave, aprobada por la Junta de Andalucía a través del proyecto general de investigación La medina oculta, ha sido aplicar técnicas y herramientas mínimamente invasivas para la documentación de estructuras soterradas. El presente resumen abarca la actividad geofísica llevada a cabo en las fases 2 (2022) y 3 (2023), cubriendo un total de 37 hectáreas (17 en la fase 2 y 20 en la 3) en los sectores centro-oriental y oriental de la medina. El objetivo principal ha sido la definición del entramado urbano y de las cotas de niveles de uso.

Para alcanzar estos objetivos, se utilizaron la prospección geomagnética, la prospección GPR (georradar) y la prospección ERT (Tomografía de Resistividad Eléctrica). De las tres, la geomagnética fue esencial para la exploración de grandes superficies y el mapeado planimétrico, mientras que la ERT proporcionó los resultados más fiables para la definición de la densidad y profundidad de la ocupación del subsuelo.

Los resultados de la prospección geomagnética resultaron ser de notable interés, desvelando el elevado grado de urbanización que caracteriza esta área. A nivel planimétrico, en la fase 3 se detectó un amplio sector de arrabales (edificios de carácter doméstico). Este sector residencial está claramente estructurado en baterías de manzanas de 25 metros de ancho y 120 metros de largo. Estas manzanas están delimitadas por una retícula de, por lo menos, 12 estrechas calles con orientación Este-Oeste, y un ancho reducido de 2 a 4 metros.

Además de las áreas residenciales, el mapeo reveló estructuras de carácter público y monumental. Se pudo determinar la estructuración de edificios monumentales contiguos, aclarando la persistencia de una batería de cinco edificios rectangulares con orientación E-W, un ancho de 65 metros y un largo conjunto de 205 metros. En la parte central de la zona prospectada, se percibió una organización espacial diferente, con edificios de notable magnitud de planta cuadrangular o rectangular, de 30 a 40 metros de ancho, a menudo con un espacio abierto central.

Las anomalías también delinearon dos amplios espacios abiertos (uno de 100 x 50 m y otro de 100 x 70 x 120 m) que parecen marcar el cambio funcional, desde espacios de carácter público a zonas de arrabales domésticos. La geomagnética también detectó 270 metros del recorrido del acueducto con orientación E-W. Un hallazgo significativo es la convergencia de las estrechas calles en un espacio abierto cuadrangular cerca del lado oriental de la muralla perimetral, lo que sugiere que podría corresponder con una posible puerta oriental de entrada y salida a la medina.

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