Los arqueólogos vuelven al yacimiento de Cercadilla
El Ayuntamiento de Córdoba, la Universidad de Córdoba y la Universidad Pablo de Olavide sellaban hace un mes un acuerdo marco histórico para la conservación y recuperación del yacimiento arqueológico de Cercadilla donde, entre otros restos, se ubica el palacio altoimperial de Maximiano Hercúleo, uno de los tetrarcas que gobernaron el Imperio Romano y que dejó en Corduba el único edificio de estas características que había en la Península Ibérica. Ahora, los primeros pasos de ese acuerdo para la recuperación de Cercadilla se han dado y los arqueólogos han vuelto a Cercadilla.
Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide han iniciado los trabajos para documentar y evaluar el estado de los restos del yacimiento, un diagnóstico con el que dibujar la planificación para encarar, el estudio de Cercadilla, realizar futuras excavaciones y, en un horizonte temporal aún por definir, abrir el yacimiento a las visitas.
Estos trabajos contarán con las últimas tecnologías para conocer los restos y su estado actual. Así, se trabajará con un escáner láser 3D, con un dron con cámaras multiespectrales y con un georradar con el que mapear las distintas capas del yacimiento arqueológico. Con ello, se actuará tanto en los restos aflorados como en los que esconde aún la tierra.
Rafael Hidalgo es uno de los investigadores de la Pablo de Olavide que comanda, junto a Álvaro Corrales, estos primeros trabajos que, señala, “nos permitirán ir planificando hacia dónde debe ir la investigación” del yacimiento. “Hoy en día, lo más interesante será contar con una nueva documentación, gracias a las nuevas tecnologías” que permitirá tener “documentación gráfica muy precisa”.
Un ejemplo de esto se conseguirá con el uso del escáner láser, capaz de marcar los puntos topográficos del terreno y los restos cada dos milímetros y, con ello, obtener información sobre el estado del yacimiento.
Prospecciones geofísicas
Junto a ello -explica Hidalgo-, se desarrollarán prospecciones geofísicas, donde “en un yacimiento tan complejo, con tanta superposición”, puede dar algún problema para obtener una imagen de los restos y su datación. Y con ayuda del georradar se obtendrá información para evaluar previamente el estado de conservación del criptopórtico, una galería semisubterránea de cuatro metros de alto por cuatro de ancho que destaca en el yacimiento.
Los investigadores van a centrarse en actuar, de momento, en una zona del yacimiento de Cercadilla donde, tras el palacio imperial, se reutilizó una parte para el culto cristiano entre los siglos VI y XI.
Durante estas dos semanas realizarán todos estos trabajos. Ya en 2025, continuarán con ayuda de un equipo alemán especializado en geofísica, de manera que se puedan cotejar los resultados en ambas actuaciones. Será a final de la primavera o principios del verano cuando los investigadores creen que podrán contar con “información muy minuciosa” obtenida dle yacimiento. Aunque, previamente, “con los primeros resultados, ya podremos planificar las prioridades” para proseguir con las labores que acaben en el estudio completo y recuperación del yacimiento.
“El yacimiento sufrió una herida, pero no mortal”
Para Hidalgo, la construcción de la estación de trenes de Córdoba que se hizo en terrenos de Cercadilla dejó “una herida” en el yacimiento, que considera que “no fue mortal” porque “se conserva la zona que estaba en mejores condiciones y donde las posibilidades de estudio científico y museográficas son más importantes”.
De hecho, destaca “la potencialidad del futuro de Cercadilla”, un yacimiento del que “no hay ninguno igual en todo el Imperio Romano” y es mención recurrente para todos los investigadores de esta época de la Historia.
Por parte del Ayuntamiento, desde la Gerencia Municipal de Urbanismo, su presidente, Miguel Ángel Torrico, ha recordado que el yacimiento tuvo una actuación de limpieza este pasado verano y que se volverá a hacer conforme lo demanden los investigadores sobre el terreno. Y, aunque el objetivo final es que el yacimiento pueda abrirse a las visitas, no ha dado un plazo para que esto sea realidad. “Vamos paso a paso”, ha dicho, sobre las primeras fases de estudio y la actuación arqueológica puntual que se va a hacer, para documentar el estado actual del yacimiento y ver cómo “recuperar lo que es aún una joya oculta de nuestro patrimonio cultural”.
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