El arte sociológico de Isidoro Valcárcel
El 27 de noviembre de 1974 el artista Isidoro Valcárcel llegó a Córdoba, “como podía haber llegado a cualquier otro sitio” y se puso a medirlo todo. Hasta el 30 de noviembre, con un metro comprobaba distancias. Las comparaba con un mapa para turistas. Intervenía sobre esos folletos. Estudiaba cuántas calles podían ser trazadas con una línea de tiza si se compraba una caja tipo e inquiría al personal que se cruzaba con él con preguntas como “¿dónde está el norte?”.
El resultado de aquel trabajo de intervención en el espacio y en las gentes se materializó en una muestra titulada 12 ejercicios de medición sobre la ciudad de Córdoba que este Premio Velázquez y Premio Nacional de Artes Plásticas presentó en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía C3A. Mapas y folletos a modo de instrucciones invitan al espectador a preguntarse sobre la importancia del detalle, de lo nimio y de lo que, en principio, puede carecer de importancia.
Su intención no era hacer un estudio sociológico pero, de alguna forma, el resultado supuso un acercamiento al espacio construido y habitado desde distintas posiciones que, a la postre, implicaban diferentes estadios. Al final, el autor llamó a su trabajo arte sociológico.
Y con resultados surrealistas y desternillantes. Como ese en el que Valcárcel se situaba en alguno de los principales monumentos de la ciudad y le preguntaba a alguien que pasaba a cuál debería ir después. “Estuve yendo de la Mezquita al Alcázar un montón de veces. Luego a lo mejor me mandaban a la Sinagoga. Hasta que uno me dijo, 'en Córdoba no hay nada que ver'”.
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