Entre la arqueología y el arte: 'Ciudad de las Ideas' propone un patio cordobés contemporáneo

Tras dos semanas colmadas de geranios, hortensias, gitanillas, un grupo de artistas ha vuelto la mirada a lo que se pueden considerar patios contemporáneos, esos jardines revisitados, transformados, interpretados, que se se han podido contemplar en el Museo Arqueológico de Córdoba.

Arqueologias Futuras es una exposición que acoge los tres patios innovadores de los artistas Alvaro Perdices, Anna Borrie y Silvia Favaretto. Estos tres creadores becados en el proyecto Cordoba ciudad de las ideas, y apoyados por la Fundacion Artdecor, con la colaboracion de la Asociacion de Amigos del Museo Arqueológico de Cordoba, AMAC y el apoyo de Cervezas Alhambra, han ofrecido una reinterpretación del patio cordobés.

Se ha podido ver estos últimos días, cuando la fiesta se encamina hacia el final, como una forma innovadora y curiosa de expresar el amor entre la naturaleza, el arte y la arqueología.

El Tercer Patio

Perdices, madrileño coordinador de varias exposiciones en el Museo del Prado y a nivel internacional, ha sido uno de los autores invitados a reflexionar sobre este patrimonio de la humanidad. El título de este proyecto deriva de la concepción del antropólogo Gilles Clement. Este último, con el “tercer paisaje” hace referencia a esa parte de terreno baldío que podemos encontrar cerca de las estaciones o al pie de casas abandonadas, una forma libre de vivir de la naturaleza, que crece, vive, sin necesidad de mano humana.

La obra de Perdices busca acercarse a lo abandonado, lo descontrolado, la periferia. Cuando empezó a buscar, en la campiña cordobesa, se encontró delante de la antigua Algodonera de Córdoba. Llevaba años parada, ahora abandonada. En lo que solía ser el centro de producción de algodón nacional, Perdices encuentra lo que busca: un fragmento de crisis.

Entre la vegetación que aún crece en esos parajes, y los escombros, el artista se hace cargo de dos columnas destruidas, con estas quiere representar un concepto muy específico: un escenario de crisis, política, económica, humanitaria.

La idea de arqueología contemporánea de Perdices tiene una disposición bien pensada, la del bodegón: las columnas, las calas, el agua, los geranios. El hormigón de las columnas de la obra contrasta así con el mármol blanco romano perteneciente a la colección permanente del Museo Arqueológico. Alguien lo nota y Perdices contesta con una reflexión: ¿Es que sólo la arquitectura de los ricos es buena? Qué pasa con los materiales de los pobres? ¿No se puede hablar de estos?

El paraíso futuro de Anna Borrie. Ella, no ha podido asistir al paseo por su obra y es uno de sus colaboradores hablar. Ella, artista neozelandesa y activista ecologista, presenta una obra compuesta por especies de la flora cordobesa y andaluza en peligro de extinción, flores elaboradas a partir de residuos junto con las naturales. Borrie crea con lo que hay, con lo que encuentra, con lo que la naturaleza dona.

A los ojos del espectador un pequeño macizo de flores de colores, y un tronco en el centro, un pequeño paraíso de la arqueología contemporánea. Al pie de la obra, hay unos códigos QR, para que los espectadores pueden ver y oír las plantas. Anna Borrie quería que hubiera recuerdos de estas, de sus sonidos, de su belleza.

Casa florecida y del patio que echó a andar de Silvia Favaretto y Angel Roldán. Ella, arquitecta y ceramista italiana, él es fotógrafo, fotoperiodista y videógrafo. La suya es una obra que pretende crear un diálogo entre la Ciudad Mineral y el Cuerpo Vegetal. Favaretto mira a los espectadores y pregunta: ''si piensas en un patio, ¿qué te viene a la mente? ¿Algo libre o encerrado?''

Ella piensa que él está cerrado, apretado, un prisionero. La obra en cerámica está adosada a una de las paredes del Museo Arqueológico, como si se liberara de la pared, como si quisiera libertad. Sin embargo, al final queda la idea de un fracaso porque esta naturaleza perdió, se ha fosilizado.