Villarejo, el cordobés que ha puesto contra las cuerdas a la monarquía
Su vida da para una serie de Netflix. Y su primer capítulo, con continuos flashback, tendría que inspirarse en sus primeros años en El Carpio. Aunque como casi toda su biografía, sin saber exactamente qué es verdad y qué no. El próximo jueves, José Villarejo (El Carpio, 1951) se sentará ante el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea sobre las grabaciones de la conversación entre Corinna zu Sayn-Wittgenstein y éste sobre el rey emérito. En una reunión de 2015, ambos comentaban que Juan Carlos I tiene cuentas en Suiza y utiliza a Corinna como testaferro para ocultar su patrimonio en el extranjero.
Pero, ¿quién es Villarejo? Lo que está claro es que este cordobés, que actualmente está en la cárcel de Estremera de manera provisional acusado de varios delitos, principalmente económicos, acaba de poner contra las cuerdas a la monarquía por unas grabaciones que acaban de salir a la luz, y que él niega haber filtrado. Villarejo, a pesar de los años que ha pasado por medio mundo, sigue teniendo un marcado acento cordobés. Su voz ya es famosa. No solo está en las grabaciones a Corinna. También en las que se publicaron durante la investigación del ático del expresidente de la comunidad de Madrid, Ignacio González, y en la entrevista que concedió a Jordi Évole en Salvados. Pero su verdadera historia, su biografía, es confusa. Quien mejor la ha resumido ha sido el periodista Álvaro de Cózar en diez capítulos de una serie de podcasts que tituló V, Las cloacas del Estado.
Villarejo nació en El Carpio. Pero con apenas 20 años ya estaba en la Escuela de la Policía Nacional en los últimos años del franquismo. Después, como él mismo ha afirmado (aunque no hay pruebas que lo corroboren) participó en la lucha contra ETA en el País Vasco hasta que en 1975 fue trasladado a Madrid, a la sección de Seguridad Ciudadana. Sus primeros años son confusos. Pero ya en 1981 andaba en lo más alto del Estado. En el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 consta como uno de los agentes que más cerca estuvo del rey Juan Carlos I. E incluso se le acusa de filtrar a un periodista una información que nunca se publicó sobre una supuesta participación del monarca en el golpe y un traslado de la familia real a Portugal por su seguridad.
Este cordobés, que en 1983 se cogió una excedencia de diez años para dedicarse a sus empresas, llegó a comisario y se jubiló el año pasado, acosado por las denuncias que hoy lo mantienen entre rejas. Villarejo no perdió nunca su acento. Y tampoco su relación con la ciudad. El policía fue el promotor de un curioso proyecto que se iba a construir junto al yacimiento arqueológico de Medina Azahara a principios del siglo XXI: un parque temático llamado Al Mansur. El parque temático nunca llegó a construirse pero Villarejo admitió posteriormente que salió beneficiado con la venta de suelos.
Operación Tándem
En septiembre del año pasado, Villarejo fue detenido por la unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional en la llamada operación Tándem. Se le acusaba de blanqueo de capitales. Los agentes se incautaron de abundante documentación. La mayoría de ella permanece secreta. Y gran parte es tan abultada que todavía no ha sido analizada. Entre el material estaban las grabaciones a Corinna, en una conversación en la que también participó el expresidente de Telefónica y compañero de pupitre de José María Aznar, Juan de Villalonga.
Pero entre todos esos papeles aparecieron documentos relacionados con Córdoba, con aquel faraónico proyecto que nunca se ejecutó y con otro empresario que hoy también está en prisión: Rafael Gómez Sánchez, alias Sandokán. De hecho, Asuntos Internos elaboró un informe centrado en dos operaciones de compraventa de terrenos del año 2006, justo después de que Rafael Gómez fuera detenido por la UDEF de la Policía Nacional (Villarejo era comisario en ejercicio del cuerpo) en el marco de la operación Malaya. Según consta en el informe, Villarejo vendió a Rafael Gómez dos parcelas por lo que Asuntos Internos considera un “sobreprecio” en septiembre de 2006. La unidad interna de la Policía Nacional calcula que Villarejo logró que Arenal 2000, la constructora de Rafael Gómez, le pagara casi cinco millones de euros más del valor real del suelo por los terrenos.
En concreto, el informe policial desvelado por el diario Público se centra en dos parcelas del plan parcial de la Carretera de Palma (que todavía no está en vigor, tras las idas y venidas urbanísticas, con recursos al TSJA de ida y vuelta). Asuntos Internos apunta a dos empresas del comisario Villarejo: Cenyt y Lextor. Las dos firmas aportaron suelos al plan parcial de la Carretera de Palma. Según dice la Policía, una tenía un valor real de mercado de 318.926 euros y la segunda un precio de 457.344 euros, que no alcanzaban ni el millón de euros. No obstante, al venta se cerró gracias a un pago de 2,4 millones de euros por la primera y otro de 4,2 millones por la segunda.
Según Asuntos Internos, las dos empresas de Villarejo “consiguen en cuatro días una plusvalía de 5.834.862,46 euros, lo que resulta difícil de justificar en ese momento, si se tiene en cuenta que el tiempo transcurrido es mínimo para suponer que se trata de una revalorización habitual en el mercado inmobiliario”.
No ha sido la primera vez que el patrimonio del comisario Villarejo se ha convertido en noticia en Córdoba. Ya lo fue durante la promoción del parque Ciudad Al Mansur, una iniciativa que dice que no salió por culpa de los atentados del 11 de septiembre.
El proyecto Ciudad Al Mansur fue tumbado por el Ayuntamiento en el año 2000. No ha sido hasta una década después cuando el Tribunal Supremo le ha dado la razón al Ayuntamiento en un contencioso que ha mantenido la empresa con el Consistorio. La Gerencia de Urbanismo entendió en el año 2000 que no debía aprobar inicialmente el proyecto, que ya había dado sus primeros pasos.
El jueves, a declarar por la grabación de Corinna
El Ministerio del Interior investigará “hasta el fondo” la filtración de la conversación entre Villarejo y Corinna. La Policía Nacional tenía un primer plazo hasta el 30 de septiembre para analizar las grabaciones y entregar un informe al juez de la Audiencia Nacional, quien las tenía incautadas desde el año pasado por la investigación a Villarejo. Pero la decisión se ha adelantado. A la nueva pieza sólo podrá acceder Anticorrupción y será el juez quien decida si esas grabaciones pueden derivar en algún tipo de delito.
En el marco de esta investigación, el magistrado ha citado a declarar a Villarejo el próximo jueves 26 de julio, unas semanas después de la detención de su supuesto colaborador Enrique García Castaño, alias El Gordo, y el inspector de la Policía Antonio Bonilla por proporcionar presuntamente documentación y datos secretos sobre personas que estaban siendo investigadas por Villarejo.
El comisario jubilado ha sido citado ante el magistrado el mismo día que el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, comparecerá en el Congreso sobre las acusaciones lanzadas por Corinna no sólo sobre el rey Juan Carlos, sino también sobre los servicios secretos españoles, de los que, según dice, recibió amenazas para recuperar toda la documentación que ella pudiera guardar tras su relación con el rey emérito.
La filtración
Ante las sospechas de que fuese el propio Villarejo el encargado de mandar esas grabaciones, que forman parte del sumario, a dos medios de comunicación -El Español y OkDiario-, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, avanzaba hace unos días su intención de llegar “hasta el fondo” para esclarecer y “limpiar” la supuesta trama de filtraciones liderada por el excomisario, que considera “gravísima”.
El excomisario, en una de sus declaraciones ante el juez de la Audiencia Nacional, amenazó con que saldría a la luz información comprometedora para el Estado a raíz de su detención, según pudo saber Vozpópuli. Ahora, esa información abre periódicos y telediarios. Y proviene de un cordobés nacido en El Carpio hace 67 años, que parece empeñado en poner contra las cuerdas a la monarquía.
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