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Sonrisa de Lunares vive su tercer concierto solidario entre el flamenco y el rock

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Manuel J. Albert

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Los artistas Fernando Tejero y Jorge Cadaval arropan a un plantel de músicos y cantantes con Lole Montoya al frente que busca recaudar fondos para esta ONG

Apareció de pronto. Por sorpresa. Pero todos le esperaban. Jorge Cadaval, una de las dos piernas del dúo Los Morancos, interrumpió a Fernando Tejero, que empezaba a presentar, en el escenario, el concierto benéfico de Sonrisas de Lunares, este sábado, en el teatro de la Axerquía. “Esta mañana me he levantado en Triana y me he dicho, me vengo a Córdoba dando un paseo. Y me he venido andando. Por Sanlúcar, eso sí”, dijo ante un público desternillado de risa. Un público que, lamentablemente, llenaba menos de la mitad del aforo. y es que el fútbol y la clasificación del Córdoba para jugar la liguilla de ascenso a Primera División, hicieron estragos. Se habían vendido muchas más entradas que público asistente a este festival de la ONG que le da nombre y que ayuda a personas que sufren enfermases crónicas, así como a sus familias.

Los presentadores de la gala, Fernando Tejero y Ana Espino, ante el vacío de las primera filas de sillas invitaron los asistentes de los graderíos a que bajaran. “Así daréis calor a los artistas, ellos os lo agradecerán y nosotros también”, dijeron. El espectáculo empezó con un estruendoso ritmo de batucada de la formación femenina Odara Batucada, que caldeó un ambiente bastante fresco y ventoso.

En la programación esperaban platos fuertes y de mucha calidad, como las actuaciones flamencas de Lole Montoya; Inma la Carbonera con Juan Amaya El Pelón o La Negra y El Panky. También estaba programada la intervención del guitarrista Keru Sánchez y un dúo muy esperado, el de Rakel Winchester (una de las impulsoras de estos conciertos y de Fernando Vacas. Estirpe completaba este ecléctico cartel.

Sonrisa de Lunares es todavía una joven ONG que cuenta con algo menos de un centenar de socios pero que acaba de conseguir un local en la calle Lucano, 21, cedido por la Fundación Cajasur. A pesar de ser pocos socios,con sus aportaciones personales y la recaudación de estos conciertos, se logra financiar la asistencia de personas necesitadas y enfermas. Se han comprado sillas de ruedas, grúas para personas que no se pueden mover de la cama y medicamentos, entre otras cosas. Sus servicios también incluyen la atención psicológica.

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