“Ha vuelto a nacer”: la rápida intervención que salvó a María, una niña de 18 meses que se cayó a una piscina

Cuando el mundo se para puede ser por varias razones: negativas o positivas. Sin embargo, y cuando el suceso tiene un final feliz, este hecho se recordará durante mucho tiempo. La vida de una familia dio un giro inesperado el pasado mes de agosto en una piscina, donde María, de tan solo 18 meses, sufrió una caída a una piscina que, gracias a la rápida y coordinada intervención de varias personas y de los equipos de emergencia, se ha transformado en una historia de superación y esperanza.

Sus padres, Ignacio y Cecilia, comparten con profunda emoción cómo su pequeña “ha vuelto a nacer”. Todo ocurrió mientras María disfrutaba de un baño en una piscina, como de costumbre. “Nunca se mete sin manguitos”, aseguran. La primera señal de alarma llegó gracias a la atenta observación de otra madre, que advirtió que “a esa niña le estaba pasando algo”. De inmediato, María fue sacada de la piscina y comenzó una reacción en cadena. La incertidumbre y el miedo se volvieron protagonistas, sobre todo por no saber lo que le ocurría a la pequeña de tan solo 18 meses. En cambio, todo tuvo un final feliz.

La fortuna quiso que en el lugar se encontraran dos enfermeras, quienes no dejaron de practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta lograr que la niña empezase a responder. Un familiar cercano también se sumó a la ayuda. El abuelo Carlos Matabuena, con años de experiencia en el 061, conoció la gravedad de la situación cuando Ignacio le llamó por teléfono. “Papá, la niña se ha ahogado”, relató al comunicar la noticia a su propio padre. Su experiencia profesional le hace valorar aún más la rápida respuesta recibida. “Todos los veranos ocurren muchos accidentes de este tipo, y no siempre tienen un final feliz”. Para él, lo sucedido con su nieta es, sin duda, un “milagro”.

Tras la primera atención, se activaron los equipos de emergencia. En el hospital de Puente Genil, los padres se sintieron “superarropados” por el personal sanitario, la policía y los equipos de intervención. Posteriormente, María fue trasladada en helicóptero por el 061 al Hospital Reina Sofía de Córdoba. A su llegada, la situación se trató como una urgencia, pero la noche transcurrió con tranquilidad. Finalmente, los médicos confirmaron que, pese a haber tragado agua, la niña estaba fuera de peligro.

Por su parte y días después de lo sucedido, Carlos Matabuena se mostró orgulloso en redes sociales de pertenecer al Centro de Emergencias Sanitarias 061 y al Servicio Provincial 061 de Córdoba. “Quiero transmitiros a todos el agradecimiento de toda la familia por vuestra competencia, diligencia y cariño salvando a mi nieta María en un momento trágico. Nos sentimos confortados y acompañados en todo momento”, explica.

Hoy, María se encuentra feliz, “a tope, jugando. Es una niña traviesa”, cuentan sus padres a los medios de comunicación oficiales del Hospital Reina Sofía. “Toda esa cadena de esfuerzos ha hecho que todo quedara en un gran susto. María, lo decimos siempre, ha vuelto a nacer”, añade Ignacio. Una vida de 18 meses que tendrá un nuevo cumpleaños en un futuro. La rápida intervención que transformó una tragedia en un motivo para seguir viviendo.