La totalidad de la plantilla de LCG Fruit secunda la primera jornada de huelga indefinida
La totalidad de la plantilla de LCG Fruit, la planta de envasado de Palma del Río que hasta 2019 estuvo vinculada a Zumos Palma, a quien hasta hace unos meses envasaba la marca Zumosol, ha secundado este lunes la primera jornada de la huelga indefinida que han convocado por el retraso del pago de las nóminas y la falta de un plan de viabilidad.
El presidente del comité de empresa, Sergio Marín, ha explicado que en los últimos 11 meses la empresa ha pagado con retraso las nóminas y “ante esta situación y las dificultades económicas de la empresa hemos tomado la determinación de hacer una huelga indefinida”.
Marín recordó que desde que el grupo inversor Toksöz vendió la planta de envasado a LCG Fruit la fábrica ha pasado por tres ERTE, el último de los cuales, presentado a finales de 2021 sin acuerdo, está denunciado por la Delegación de Empleo ante el TSJA. “El proyecto ya no tiene credibilidad para nosotros porque no se nos pone en lo alto de la mesa un proyecto viable y seguro que contara con una fuerza económica para sacarlo adelante”, dijo el responsable sindical quien recordó que en 2021 este grupo, a pesar de haber propuesto un ERTE en la planta, compró una planta de envasado de leche en Lugo, la cual no han podido soportar y que quizá haya sido la causa de la caída de todo el grupo. Allí han despedido a los 40 trabajadores y trabajadoras, a quienes ni les han pagado las dos últimas nóminas ni la indeminización por despido y han vaciado las instalaciones“.
“Sabemos que la empresa está atravesando problemas económicos”, señaló Marín quien indica que “le hemos trasladado a la empresa que el pago de las nóminas debe ser lo primero”. Sin embargo, ante los requerimientos de la representación de los trabajadores y trabajadoras, la actitud de la empresa ha sido “la callada por respuesta” y “no pone ninguna voluntad para solucionar este problema” y “así nos en esta triste situación, sin trabajar, que es lo que todos quisiéramos, que el proyecto funcionara, pero nos tememos lo peor”.
La situación de dificultad económica que atraviesa LCG Fruit deriva de su mala gestión pero también de la supuesta deuda que Zumos Palma mantiene con ella. “Al parecer le deben 4 millones de euros y era su principal cliente”, comenta Marín quien remarcó que “lo ideal sería encontrar un comprador para ambas fábricas” porque comparten recursos (agua, luz, torres de refrigeración, etc ) y “es difícil vender por separado”. Además, “es una de las plantas más grandes de Andalucía, el que venga tiene que venir con un proyecto consolidado”, añadió.
“Pedimos plan de viabilidad serio, estabilidad, porque los vaivenes traen pérdidas” y “si van a cerrar, que lo digan claro”, apostilló.
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