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José Luis Ábalos, en una visita a una agrupación del PSOE de Córdoba

Alfonso Alba

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Al contrario de lo que puede parecer, la catástrofe para los sanchistas del PSOE de Córdoba no ha sido el cese de la egabrense Carmen Calvo como vicepresidenta primera del Gobierno, sino la caída en desgracia del hasta el sábado por la mañana todopoderoso secretario de Organización y ministro de Transportes José Luis Ábalos. En clave interna, su relevo, que se culminará también por su salida en el puesto de más poder del partido en sustitución de Santos Cerdán, como avanzó este lunes la Cadena SER, es mucho más importante que la salida de Carmen Calvo.

En las pasadas primarias del PSOE andaluz, la mayoría de los socialistas cordobeses votó a Susana Díaz frente a Juan Espadas. Su victoria fue escasa y se cimentó en la provincia. En la capital ganó Espadas, aunque no con mucho margen. A pesar de ello, los sanchistas cordobeses ya habían iniciado sus movimientos para hacerse con la mayor parte del poder orgánico posible en el PSOE cordobés. Sin mando en plaza, pero con mucha influencia en Ferraz gracias, entre otras cosas, a la amistad política entre José Luis Ábalos y Cristian Corvillo, socialista de Peñarroya-Pueblonuevo y una persona clave en el resurgimiento de Pedro Sánchez desde Andalucía cuando dimitió como secretario general al negarse a abstenerse para hacer a Mariano Rajoy presidente del Gobierno.

José Luis Ábalos, mano derecha de Pedro Sánchez hasta este sábado, fue cimentando poco a poco una reconquista del poder socialista por provincias. Córdoba era clave, por el enorme peso del susanismo en la provincia y también porque entonces era una capital de provincia recién conquistada. Su caída en desgracia vuelve a desequilibrar el poder orgánico que se armó a la sombra de Ábalos y en torno a la figura de Cristian Corvillo.

Públicamente siempre pareció que quien controlaba al sanchismo en Córdoba era la vicepresidenta Carmen Calvo, pero eso no llego a ocurrir del todo. Calvo tuvo, tiene y tendrá un enorme ascendente sobre los socialistas cordobeses, pero su cargo de enorme responsabilidad y su falta de poder en Ferraz le hacían no estar en el día a día del PSOE cordobés. De hecho, y a diferencia de Ábalos, su salida del Gobierno se interpreta en una clave mucho más amistosa. En el traspaso de carteras ministeriales no dejó de agradecer a Pedro Sánchez su confianza, insistió en que le parecía una buena decisión y no dejó de repetir que estaba bien.

Estos sanchistas habían pisado el acelerador interno del partido en Córdoba, sacudido tras la derrota de Susana Díaz en las primarias andaluzas. No obstante, el movimiento de Pedro Sánchez, que busca unir al partido tras años de guerra civil, paraliza estos movimientos, que comenzaban a ser muy arriesgados para la propia estabilidad interna del PSOE cordobés.

La gran pregunta ahora es, ¿cuál será el futuro político de Carmen Calvo? De momento, la vicepresidenta ha anunciado que se marchará a su casa de Cabra a descansar en verano. Cuando cesó como vicepresidenta del Congreso en 2011 abandonó la política activa y regresó a la Universidad de Córdoba a dar clases de Derecho. Ahí estuvo hasta que en 2018, tras el regreso de Pedro Sánchez, se convirtió en vicepresidenta. Ahora, unas quinielas apuntaban que podría acabar como presidenta del PSOE. Otras, las menos, que podría regresar a la política local cordobesa, que conoce bien.

La propia vicepresidenta ha asegurado que no tiene decidido su futuro, pero su relación con Pedro Sánchez está intacta, a diferencia de lo que ha ocurrido con José Luis Ábalos.

Mientras tanto, ha pasado desapercibida la ratificación del otro ministro socialista. Luis Planas sigue al frente del Ministerio de Agricultura después de la negociación de la Política Agraria Común (PAC) y unos meses muy convulsos en el sector agroganadero español, que sufre una crisis de precios sin precedentes. Planas tampoco es ajeno a lo que ocurre en el PSOE de Córdoba y es militante activo de su agrupación de Ciudad Jardín. Valenciano, pero afincado en Córdoba desde hace más de 30 años, no es descartable tampoco la futura ascendencia política de Planas sobre el socialismo cordobés.

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