Un politólogo demuestra que la coalición de Podemos e IU en 2016 provocó una pérdida de votos
La Revista Internacional de Sociología del CSIC entregó hoy 29 de octubre en la sede del IESA el premio al mejor artículo publicado en 2023, y lo hizo con una conferencia en la que el autor desgranaba su contenido. La conclusión fundamental del artículo El efecto electoral de la coalición de la izquierda radical española para las elecciones generales de 2016. Un análisis cuasi experimental con datos de encuestas es que “fueron los votantes de la fuerza minoritaria de la coalición, Izquierda Unida, quienes desertaron de seguir a la coalición. Concretamente, encontramos que, tras el anuncio de coalición, cerca de un 10 % de los votantes de la fuerza minoritaria en las elecciones de 2015 desertaron de seguir a su partido un año después”.
La investigación de Victor Gago, politólogo de la Universidad de Salamanca, aprovechó una afortunada coincidencia: el anuncio de la coalición se produjo justo en mitad del trabajo de campo de una encuesta del CIS, realizada entre el 4 y el 22 de marzo de 2016, con el anuncio de la coalición el día 10. Esto permitió analizar de manera cuasi experimental cómo afectó la noticia a las preferencias de los votantes de izquierda.
Este hallazgo va en consonancia con la literatura comparada, confirma el autor, pues las investigaciones precedentes en este campo mostraban que “eran principalmente los votantes de la fuerza minoritaria quienes desertan en mayor medida, dado que verían menos reflejadas sus preferencias políticas debido al menor peso de su partido en la coalición preelectoral”.
El estudio de Gago, publicado en la Revista Internacional de Sociología (CSIC), se apoya en la idea de que el contexto de marzo de 2016 permitió un “experimento natural” para medir el impacto de la alianza entre Podemos e Izquierda Unida. Al dividir a los encuestados entre quienes fueron entrevistados antes y después del anuncio, el investigador pudo comparar directamente cómo la noticia alteró la intención de voto.
El análisis mostró que la reacción de los votantes fue asimétrica: mientras que los seguidores de Podemos apenas modificaron su comportamiento, los de IU sí mostraron una pérdida de fidelidad significativa. En concreto, uno de cada diez votantes de IU en 2015 manifestó su intención de abandonar la coalición tras conocerse el acuerdo. Este efecto se tradujo, según el estudio, en una pérdida neta de apoyo electoral para la alianza, que en las elecciones del 26 de junio de 2016 (Unidos Podemos) obtuvo menos votos que la suma de ambos partidos por separado en diciembre de 2015.
Un fenómeno conocido en la ciencia política
El trabajo de Gago se enmarca en una larga línea de investigación internacional que analiza los efectos de las coaliciones electorales entre partidos ideológicamente cercanos. Los estudios comparados muestran que este tipo de alianzas tienden a beneficiar al socio mayoritario (que concentra el voto útil y la visibilidad) mientras que erosionan al socio pequeño, cuyos votantes pueden percibir que su identidad política queda diluida.
En el caso español, la coalición entre Podemos e IU —formalizada bajo la marca Unidos Podemos— buscaba unificar el voto de la izquierda alternativa para superar al PSOE. Sin embargo, los resultados de junio de 2016 mostraron un retroceso en votos respecto a las elecciones de diciembre de 2015, pese a mantener un número similar de escaños. La investigación de Gago aporta una explicación empírica sólida a aquel fenómeno, que desde entonces ha sido objeto de debate entre politólogos y dirigentes de la izquierda.
Reconocimiento académico
El jurado de la Revista Internacional de Sociología, publicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha destacado la “solidez metodológica” y la “originalidad en el diseño cuasi experimental” del trabajo de Gago, que aprovecha un contexto empírico excepcional para estimar un efecto causal en comportamiento electoral, algo poco frecuente en la investigación española.
El premio fue entregado en la sede del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), en Córdoba, en un acto en el que el investigador expuso sus resultados y debatió con colegas y estudiantes sobre las implicaciones de su hallazgo. Según señaló, este tipo de estudios ayudan a entender mejor cómo los votantes perciben las alianzas políticas y por qué las coaliciones que parecen lógicas en términos ideológicos pueden tener efectos contraproducentes en las urnas.
Implicaciones políticas
El trabajo no solo aporta evidencia sobre el pasado, sino que tiene lecturas contemporáneas. La experiencia de 2016 anticipa las dificultades de las coaliciones electorales en la izquierda española, tanto a nivel nacional como autonómico o municipal. La dinámica descrita —el voto de castigo del socio minoritario— se ha repetido en distintos contextos y sigue siendo objeto de análisis para entender la fragmentación actual del espacio político progresista.
En ese sentido, el estudio de Gago se convierte en una referencia para politólogos y estrategas que intentan descifrar los límites de la cooperación entre fuerzas que comparten electorado pero compiten por identidad y protagonismo. Su mensaje final, tanto académico como político, es claro: en política, uno más uno no siempre suma dos.
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