La Policía llegó a buscar a Paco Molina en países como Ucrania, Irak y Siria
Desde que el joven Paco Molina desapareciera el 2 de julio de 2015, los investigadores han trabajado con dos líneas principales de investigación: que el joven nunca haya abandonado la ciudad o que sí lo hiciera tras montarse en un autobús en la estación. Esta última vía ha llevado a la Policía a buscar al chico en varios países como Irak, Siria, Turquía, Ucrania y Reino Unido, tal y como ha comentado el exsubinspector de la Policía Nacional, Carlos Segarra, responsable de la investigación de la desaparición de Paco Molina desde febrero de 2016 hasta septiembre de 2022, cuando pasó a segunda actividad.
En una entrevista en La Ventana, de Cadena Ser, Segarra reconoce que el caso de este joven cordobés ha sido el que más le ha desconcertado “desde el principio”, lo que ha llevado a la Policía a no tener “una línea clara de investigación”. Bajo las dos hipótesis que sustentan el caso, los investigadores han realizado más de 300 entrevistas y declaraciones con el fin de esclarecer la desaparición. Además, ha explicado el exsubinspector de la Policía Nacional, “se han desmontado más de 150 avistamientos”. En el argot policial, este concepto hace referencia a los reconocimientos que se llevan a cabo para dar con el paradero de una persona.
En el caso de Paco Molina, “gente, con buena o mala fe,” ha informado a lo largo de estos ocho años de personas con parecidos razonables con el joven y que, tal vez, podría ser él. Sin embargo, la Policía ha acreditado en todos estos casos que no se trataba de Paco Molina. Sobre la hipótesis de si el chico cogió un autobús, esto debería haber ocurrido el día 3 de julio “entre las 14:00 y las 18:00”, ha asegurado Segarra. Los trabajos de la Policía no han podido acreditar ni desacreditar que así fuera, aunque el exagente ha asegurado tener “ciertas dudas de que llegara” a coger ese autobús.
Cabe recordar que esta línea se abrió después de que un conductor de un autobús asegurara que el joven se subió en el autocar que hacía el trayecto hacia Madrid. Este hombre, que comunicó esta información a la Policía el 5 de julio, no duda de que era él, pero ninguna otra fuente ni las cámaras de seguridad de la estación han podido corroborar su testimonio.
Otra línea en la que la Policía ha trabajado, dentro de la segunda hipótesis -que el joven nunca salió de Córdoba-, es que aquel día se produjo una pelea en la capital. Curiosamente, el padre del chico, Isidro Molina -que ha participado en la entrevista-, ha comunicado que hace pocos días recibió una información vía Twitter que hacía alusión a este posible enfrentamiento. Estos datos los ha trasladado a los investigadores por si pudiera resultar de ayuda. Sobre esto, Segarra apunta a que “la pelea pudiera acabar mal y se produjera el ocultamiento del cuerpo de Paco”.
Durante la entrevista, Isidro Molina ha hablado sobre el cambio evidente que se ha producido en su familia tras la desaparición de su hijo y ha apelado a promover el estatuto de la persona desaparecida sin causa aparente para proveer de ayuda psicológica a los familiares.
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