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CSIF reclama que los trabajadores de más de 55 años de la prisión también sean vacunados frente a la Covid

Prisión de Córdoba.

Redacción Cordópolis

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CSIF ha informado de que durante este fin de semana se ha iniciado el proceso de vacunación frente a la Covid-19 de una parte de la plantilla del Centro Penitenciario de Alcolea y del Centro de Inserción Social Carlos García Valdés al ser considerados como personal perteneciente a un servicio público esencial. Sin embargo, el sindicato señala que han quedado fuera de este protocolo los trabajadores mayores de 55 años, que supone casi el 50% del medio millar de funcionarios que desarrollan su labor en ambos centros.

“Reclamamos que, en el plazo de tiempo más breve posible, se incluyan a estos trabajadores de mayor edad en los protocolos de inmunización frente al coronavirus, ya que están agrupados desde el principio en el grupo 3 para la vacunación, según los procedimientos aprobados por el Gobierno central”, destaca CSIF Prisiones Córdoba. El sindicato lamenta la falta de información sobre la fecha en la que la totalidad de la plantilla recibirá las dosis correspondientes para estar protegida ante la Covid-19.

La central sindical señala que esta situación está provocando inquietud entre el colectivo que se siente “desfavorecido” y asegura no entender “la lentitud del proceso” para el personal de prisiones, más aún cuando “estos trabajadores se han mantenido en sus puestos desde el inicio de la pandemia y llevan alertando desde entonces de los riesgos que se dan en el entorno penitenciario”.

Precisamente, el pasado mes de enero CSIF ya solicitó que se considerara prioritaria la vacunación a la plantilla de Instituciones Penitenciarias y a los internos, ya que “en los centros conviven reclusos con sistemas inmunitarios muy debilitados, por lo que tienen mayor riesgo de enfermar gravemente por el SARS-CoV-2”. “La prisión se trata de un entorno cerrado donde las personas, incluidos los trabajadores, viven en condiciones de proximidad o de cercanía durante largos periodos de tiempo”, según aclara el sindicato. Estas condiciones -apunta CSIF- favorecen la propagación de la infección, “siendo el riesgo de contagio más alto que el de la población en general, por lo que un brote puede desencadenar todas las alarmas”.

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