REPORTAJE
Crean en Córdoba el primer nanosatélite andaluz que orbitará para digitalizar la actividad agraria
Casi medio centenar de investigadores de distintos departamentos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba están trabajando en un proyecto que incluye el diseño y creación del primer nanosatélite andaluz, que se lanzará este año 2023, para digitalizar la actividad en el campo de la comunidad autónoma, medir su impacto en el medio ambiente y, a través de estos resultados, ayudar a establecer mejores prácticas en el sector.
Se trata del proyecto Smartfood, dentro de la Infraestructura Europea por la Biodiversidad y Gestión Sostenible de Ecosistemas de la Unión Europea, bajo el nombre LifeWatch ERIC. El proyecto, promovido por la Agencia Pública para el Desarrollo Agrario y Pesquero de la Junta de Andalucía, persigue “mejorar el impacto productivo, social y general de la agricultura, la ganadería y la pesca”, según ha explicado a Cordópolis el coordinador del proyecto SmartFood en la Universidad de Córdoba, José Emilio Guerrero.
Y desde Córdoba se están llevando a cabo las tareas correspondientes a la investigación científica y técnica del proyecto, que tiene una línea básica que es la de “integrar sensores de distintas resoluciones -espaciales, espectrales sy temporales- para interpretar y observar la Tierra y el clima”. Dentro de esta línea, se encuentra el diseño, construcción y lanzamiento de un nanosatélite, que orbitará para recabar imágenes y datos mediante los que digitalizar la actividad del campo andaluz. “Este es uno de los elementos más importantes del proyecto”, detalla Guerrero.
Imágenes y datos para ver el impacto medioambiental de la agricultura
El nanosatélite tendrá seis unidades -cada una de ellas con una estructura como un cubo de diez centímetros-, lo que le dará un tamaño final de 60 centímetros de longitud. Llevará incorporada “una cámara muy sofisticada de alta resolución -píxeles de 5 metros en tierra”, para la observación del campo andaluz desde el espacio, donde orbitará a uunos 540 kilómetros de la Tierra.
Para ello contará con “utilizadades muy avanzadas”, que permitirán en todo momento controlar dónde está el satélite, la temperatura y una serie de condiciones en su ubicación, así como instrumentos para poder orientar el propio aparato.
Las imágenes que transmita este pequeño satélite tendrán una aplicación práctica para “monitorizar la tierra y el clima”. “Los datos que extraigamos sobre resolución espacial, temporal y espectral, nos permitirá hacer modelos y estimar el comportamiento” de la actividad en el campo sobre el medio ambiente. Así, se podrá medir el impacto, por ejemplo, desde los gases invernaderos hasta la biodiversidad del paisaje, desde la monitorización de datos relativos a la calidad ambiental, la temperatura a los tipos de suelos. Con todo ello, se abordará “cómo mejorar los servicios ecosistémicos de la agricultura”, expone el coordinador del proyecto en la Universidad de Córdoba.
“Se va a ver el impacto de la agricultura y cómo modificar las formas de hacer agricultura para lograr una sostenibilidad medioambiental, social y económica”, sintetiza.
Lanzamiento en otoño
El proyecto de estos investigadores arrancó en 2019 y, con pandemia de por medio incluida y el retraso en algunos materiales provocado por la situación de guerra en Ucrania, acabará a final de junio de este año. La construcción del nanosatélite ha sido encargada mediante concurso público a una empresa especializada, bajo la supervisión directa de los investigadores que han diseñado y creado el aparato. El lanzamiento del nanosatélite está previsto que se realice en el mes de octubre, apunta Guerrero y, para ello, ya está tramitada la reserva en una de las estaciones de lanzamiento que hay en el planeta -que los investigadores prefieren no difundir hasta que se acerque el momento-, donde se realizan este tipo de lanzamientos.
El lanzamiento se producirá con “un cohete que lleva varios satélites y, con un mecanismo de expulsión, cuando llega a la altura adecuada, va repartiendo los satélites”, explica el investigador. El nanosatélite andaluz con sello cordobés quedará orbitando a 540 kilómetros y se prevé que pueda tener una vida útil de entre dos y tres años.
A la vez que se está creando la joya de la corona de este proyecto, el equipo de investigadores cordobeses también trabaja dentro del proyecto Smartfood en la integración de sensores en otros elementos, ya sea “en tierra, a bordo de máquinas, a bordo de animales, en drones o globos estratosféricos, cuyos lanzamientos ya han llegado a los 22.000 metros altitud en sus pruebas, cuenta Guerrero.
Asimismo, también está previsto que los investigadores de la UCO lleven a cabo el diseño y la construcción de dos vehículos inteligentes para el campo -tractores-, que se moverán de manera autónoma y tendrán capacidad de realizar operaciones agrícolas por sí solos.
Junto a ello, trabajan en eñ diseño de distintos entornos virtuales de investigación, que simulen espacios con distintas características medioambientales y que puedan ser útiles para labores de investigación sin tener que estar sobre el terreno.
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