La Calahorra se prepara para reabrir en junio, quince meses después del estado de alarma
Quince meses después, la Torre de la Calahorra, uno de los espacios más pintorescos de Córdoba y un punto clave para el turismo por su ubicación, se prepara para reabrir en los próximos días. Este espacio, un bien protegido de titularidad pública pero cuya gestión es privada, lleva cerrado desde el 14 de marzo de 2020, el día que comenzó el estado de alarma por la pandemia del coronavirus.
Todavía hoy se puede leer en su puerta el mismo cartel que sus empleados pusieron aquel día, y no es raro, cuando uno cruza estos días el Puente Romano, encontrarse a algunos turistas leyéndolo con cierta decepción, pues La Calahorra cuenta con el único museo de Al Ándalus de la ciudad (cosa, por otra parte, que cuesta entender).
La estampa no va a durar mucho. Según han informado a este periódico desde la Fundación Paradigma, gestora de este espacio, la Calahorra reabrirá durante los próximos días. Este mismo martes ha habido una reunión en la que se ha abordado el plan de reapertura, que consistirá inicialmente en abrir los fines de semana.
Asimismo, esta reapertura implica sacar del ERTE a tres trabajadores de los siete que llevan en esta situación laboral desde el inicio de la pandemia, explican las fuentes consultadas, que esperan que el turismo insufle de vida al museo de Al Andalus de este emblemático espacio.
El museo se inauguró en 1987 dirigido por la Fundación Roger Garaudy, que desde entonces ha sido responsable de su gestión. En 2007 se restauró el monumento, que reabrió en 2010, ya bajo la dirección de la Fundación Paradigma, que tomó el testigo de la anterior administración con un nuevo nombre y que también gestiona la Biblioteca Viva de Al Andalus, en el palacio del Bailío.
Con anterioridad, este enclave fortificado construido en la segunda mitad del siglo XII como cinturón defensivo de Córdoba, pasó por distintos usos durante la edad moderna y Contemporánea (entre ellos, el de prisión, escuela femenina y cuartel de la Guardia Civil) hasta que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. Como monumento lleva desde entonces y, desde 2010, uno de los escasos espacios turísticos de Córdoba que abrían todos los días del año.
Eso hasta el 14 de marzo de 2020, fecha en la que cerró sus puertas, y sus siete empleados se acogieron a un ERTE. Desde entonces, Córdoba ha carecido de este espacio, que ahora, con la vuelta del turismo, se encamina hacia su reapertura.
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