Los árboles más antiguos de Córdoba: testigos vivos de siglos de historia natural y humana

En mitad de las dehesas del norte cordobés, en parques urbanos o en márgenes de antiguos caminos, hay seres vivos que llevan siglos en pie. Son los árboles más antiguos de la provincia de Córdoba, ejemplares únicos por su longevidad, tamaño, especie o valor simbólico. Algunos han sido testigos silenciosos de guerras, sequías y generaciones humanas. Otros han sido ignorados hasta hace poco, cuando su singularidad les valió un hueco en el Inventario de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía, elaborado por la Junta.

En Córdoba hay al menos 86 ejemplares catalogados, repartidos por zonas urbanas y rurales, con edades estimadas que en algunos casos rozan los ocho siglos.

La encina de El Lote, el árbol más longevo

El ejemplar más veterano de la provincia está en Hinojosa del Duque, en plena comarca de Los Pedroches. Se trata de la Encina de El Lote, con una edad estimada de 800 años. Su porte imponente, con una copa de más de 20 metros de diámetro, la convierte en un hito del paisaje de la dehesa. Ha resistido rayos, sequías y pastoreo extensivo. No es solo una joya botánica, sino también un símbolo del vínculo entre ganadería extensiva y biodiversidad.

Muy cerca, en la Dehesa de las Alcantarillas, hay otra encina que ronda los 600 años, también reconocida como ejemplar singular por su antigüedad y dimensiones.

Árboles únicos en la capital

En la ciudad de Córdoba también sobreviven árboles centenarios, aunque en entornos urbanos. Uno de los más conocidos es el Algarrobo de la Loma de los Escalones, con entre 350 y 400 años de vida. Su forma aparasolada y ramas que casi tocan el suelo le confieren una imagen casi escultórica.

Otro ejemplo es el Fresno de la Granja del Estado, considerado el más alto de la provincia, con 22 metros de altura. Su copa se extiende más de 20 metros de ancho y forma parte de un conjunto vegetal en la Alameda del Obispo, al sur de la ciudad, donde también destacan una casuarina y una falsa acacia, ambas centenarias.

Entre los árboles más singulares también figura el Ciprés del Santuario de la Virgen de Luna, en Villanueva de Córdoba, vinculado a la devoción popular de la zona. Otros ejemplares, como el Cornicabra del Arroyo de las Cantareras en Cardeña, y el Piruétano de la Sierra de Santa Eufemia, destacan por su rareza botánica y por haberse conservado en enclaves poco alterados por el ser humano.

Cómo descubrirlos: una app para seguir sus huellas

La Universidad de Córdoba ha desarrollado una aplicación móvil gratuita para dispositivos iOS y Android que permite localizar, conocer y visitar estos árboles singulares. Incluye descripciones, imágenes, fichas botánicas y rutas recomendadas. El objetivo es fomentar la educación ambiental y la protección del patrimonio natural vivo de la provincia.

Los árboles más antiguos de Córdoba no solo tienen un valor biológico. Son también testimonio del paso del tiempo, de cómo el ser humano ha convivido —y a veces no— con la naturaleza. Hoy, en tiempos de cambio climático, muchos de estos ejemplares están más amenazados que nunca: por el calor extremo, la presión urbanística o la falta de relevo generacional en las zonas rurales.

Cuidarlos es también cuidar la memoria viva del territorio.