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El PSOE tiende la mano para negociar los presupuestos y no repetir el revés de las ordenanzas

Carmen González, en sala de prensa | RAFAEL MELLADO

Manuel J. Albert

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Sigue la resaca por el revés político que le supuso al cogobierno municipal de Córdoba -PSOE e IU- la negativa de Ganemos a apoyar las ordenanzas municipales y su alineamiento con la oposición del PP, C's y UCOR en el voto en contra. Tras el cruce de declaraciones de ayer en el que la alcaldesa socialista, Isabel Ambrosio, invitaba a que se plantease una moción de censura -que el PP respondió con la posibilidad de una moción de confianza y Ganemos con la duda de que la coalición gobernante estuviese “del lado de la gente”-, el PSOE ha tratado de rebajar el tono. Especialmente con Ganemos.

“Quiero pensar que esto ha sido un hecho concreto y que Ganemos volverá a la senda del diálogo y de la responsabilidad para sacar adelante los intereses generales de la ciudad”, ha señalado la concejal socialista Carmen González esta mañana. En el horizonte se dibuja un momento clave para la ciudad: la aprobación de los presupuestos de 2018. “Le decimos a todos los partidos que nos ponemos a hablar ya con todas las fuerzas políticas”, ha dicho en este sentido.

De todas formas, si González ofrecía al diálogo con una mano, con la otra repartía puyas políticas. Sobre todo a la agrupación de electores de Ganemos. De nuevo negó que se forzasen los plazos o que se impidiese la negociación. “Hablamos con Ganemos sobre ordenanzas fiscales en marzo y en junio se le advirtió de que se llevarían a pleno en septiembre”, insistió.

“Después de tener toda la información, en Ganemos registraron un escrito el 1 de agosto marcando sus condiciones para sentarse a hablar. Eso demuestra que mucha voluntad para llegar a acuerdos no había”. En este sentido, González remató: “La ciudadanía no puede esperar a los ritmos a los que va Ganemos. Los ritmos en una ciudad son los que son y no podemos esperar a que se convoque una asamblea o a que se reestructuren internamente”.

Al PP, por su parte, el PSOE le acusa de falta de autoridad. “Alcanzamos un acuerdo con ellos. De hecho, ellos mismos lo anunciaron el lunes por la mañana y por la noche cenamos con la sorprendente negativa de ese acuerdo roto unilateralmente sin razón alguna”, desgranó la edil antes de aventurar que el giro de los populares se produjo “tras recibir alguna llamada de más altas instancias”.

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