MEMORIA HISTÓRICA
El refugio antiaéreo de Villanueva recuerda a los vecinos que huían de los bombardeos en la Guerra Civil
“Arribamos a Villanueva de Córdoba en la noche del día 22 de julio de 1938... Aún continúa construyéndose el refugio antiaéreo de la plaza, empezado unos meses antes de marcharnos (16-03-1938). Y cosa rara: todavía no tumbó nuestro teniente de Ingenieros la torre de la iglesia con sus barrenos…’”.
Esa leyenda recuerda que bajo la Plaza de España de Villanueva de Córdoba, la historia de la Guerra Civil española tiene un tesoro guardado. Allí se encuentra el refugio antiaéreo mejor conservado de la provincia, un espacio recuperado para actividades municipales y para que ese episodio oscuro de la historia no quede en el olvido. Inscrito desde 2020 en el Inventario de Lugares de Memoria Democrática de Andalucía, ahora se completa su musealización con esculturas que recrean cómo los vecinos del municipio corrían a refugiarse en este espacio que se conserva bajo la principal plaza del municipio.
El Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba ha contratado en dos fases la instalación de distintas esculturas que representan a vecinos de pueblo en el refugio, con una subvención de la Delegación de Memoria Democrática de la Diputación Provincial. La primera de esas fases de proyecto de Musealización del Refugio Antiaéreo de la Guerra Civil en Villanueva de Córdoba se llevó a cabo en 2021 con un presupuesto de 12.000 euros y, ahora, se ha contratado la segunda fase por 10.000 euros.
El refugio es visitable desde 2008 como parte de la memoria de la Guerra Civil en este municipio. Y ahora el proceso de musealización prevé “dar a conocer el refugio, su proceso de construcción, teniendo en cuenta el rigor histórico de los hechos que habían tenido lugar en el mismo”, exponen desde el Consistorio.
El miedo de la población ante los bombardeos
“Con la actuación planteada en este proyecto se pretende que, de una manera visual, los visitantes a través de una obra artística plástica puedan tener conocimiento del miedo, del temor de la población al toque de las sirenas o como la caída de las bombas atemorizaba a los jarotes, generando pisotones, avalanchas y accidentes en las entradas del refugio”, se señala en el proyecto de musealización.
Una mujer con un bebé en brazos, un hombre mayor con su bastón o una mujer también de avanzada edad son algunas de las figuras que recuerdan cómo la población se refugiaba cuando escuchaba las sirenas que advertían de los bombardeos. En ese sentido, el proyecto recuerda que “en el interior se hacinaban ciudadanos de todas las edades, clases sociales e ideologías políticas, compartiendo los mismos sentimientos de terror, sufrimiento y dolor”. De ahí que se realice un conjunto escultórico de varias personas y niños que se encuentran en el refugio, obra del artista Francisco Ramos Lobón, realizado en resina de poliéster e imitando al bronce a tamaño natural.
La obra completa representa a un conjunto de personas o familias en el refugio, simulando a las miles de personas que utilizaron este espacio bajo a plaza de pueblo durante la Guerra civil, “con la intención de que los visitantes al mismo puedan 'vivir' las sensaciones que tuvieron los que se refugiaron allí durante los bombardeos de la Guerra Civil española”.
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