El olivar cordobés se enfrenta a la segunda peor cosecha del siglo
Desde la campaña de 2012-2013, hace justo una década, no se preveía una campaña del olivar tan escasa en la provincia de Córdoba y también en Andalucía. Entonces, se produjeron en Córdoba unas 140.000 toneladas de aceite de oliva. En la próxima campaña, y si no llegan abundantes lluvias en las próximas semanas, la producción de aceite en Córdoba se quedará en 158.000 toneladas. Eso sí, con más superficie de olivar cultivada.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha presentado este lunes en Jaén el primer aforo del olivar 2022-2023, que estima una producción de cerca de tres millones de aceitunas para molturar de las que se obtendrán 587.000 toneladas aceite de oliva en toda Andalucía. Crespo ha comentado que esta cantidad supone un 49% menos de aceite que la recolección de 2021-2022 debido, principalmente, a que se trata de una “campaña condicionada por el cambio climático y la sequía pertinaz que sufrimos de forma reiterada en los últimos años”. Sin embargo, como ha destacado Crespo, el enlace de campaña “nos permite concluir que vamos a garantizar un millón de toneladas de aceite de oliva a los mercados”.
En Córdoba, se estima una merma del 47% con respecto a la pasada campaña y de un 42% con respecto a la media de la década. En total, se prevé recolectar 850.000 toneladas de aceitunas en la provincia. Será, nuevamente, la segunda mayor cosecha del mundo solo superada por la de la provincia de Jaén.
En el caso de la aceituna de mesa, el informe elaborado por el Gobierno regional prevé que se obtengan 366.448 toneladas en Andalucía que suponen un 32,8% menos que en la pasada campaña. Atendiendo a las principales variedades, se estima una producción andaluza de 204.366 toneladas de aceitunas de mesa Hojiblanca; 113.239 toneladas de Manzanilla; y 22.671 toneladas de gordal. Respecto a estos datos, Carmen Crespo ha afirmado que “debemos mantener la esperanza de mejorar la situación que plantea el aforo” para la aceituna de mesa porque, si bien el inicio de la campaña de verde se ha caracterizado por la escasez de precipitaciones, es posible que las últimas lluvias mejoren el peso de los frutos.
En relación al empleo, la consejera ha explicado que se estima que la actividad ligada al olivar de almazara genere en esta campaña 13,8 millones de jornales en Andalucía, de los cuales casi el 36% se vincula a la recolección (5 millones de jornales). En el caso de la aceituna de mesa, se calculan 2,2 millones de jornales en labores del campo, incluida la recogida. Por tanto, la estimación global asciende a 16 millones de jornales en la campaña 2022-2023 para el aceite y la aceituna de mesa de Andalucía.
En su intervención, la consejera ha recordado que los datos incluidos en el aforo son únicamente estimaciones de producción y que la evolución de la climatología durante las próximas semanas, junto a otros factores externos, podrían suponer cambios. Aún así, las previsiones del Gobierno andaluz suelen ajustarse bastante a la producción real, acertando con una “fluctuación que puede rondar en torno al 10%” entre el aforo inicial y los datos finales de campaña. Esto se debe a que la metodología empleada por la Consejería de Agricultura para su elaboración es bastante objetiva y fiable al contar con diversas fuentes de información.
Datos por productos y provincias
Por provincias, destaca en primer lugar Jaén con una previsión de recogida de 937.000 toneladas de aceitunas para almazara, que darán lugar a 200.000 toneladas de aceite de oliva (-60% en comparación con 2021-2022). En el caso de Almería, se espera alcanzar las 55.000 toneladas de aceituna para almazara y 10.000 toneladas de aceite; en Cádiz, 52.000 toneladas de aceituna y 9.000 toneladas de aceite; en Córdoba, 850.000 toneladas de aceituna y 158.000 toneladas de aceite; en Granada, 331.000 toneladas de aceituna y 70.000 toneladas de aceite; en Huelva, 52.000 toneladas de aceituna y 10.000 toneladas de aceite; en Málaga, 215.000 toneladas de aceituna y 40.000 toneladas de aceite; y en Sevilla, 488.0000 toneladas de aceituna y 90.000 toneladas de aceite.
En cuanto al olivar de almazara ecológico, el aforo apunta a 16.700 toneladas de aceite repartido entre todas las provincias. En 2022-2023, se espera una producción de 300 toneladas de aceite de oliva ecológico en Almería; de 200 toneladas en Cádiz; de 8.000 toneladas en Córdoba; de 1.000 toneladas en Granada; de 3.100 toneladas en Huelva; de 1.200 toneladas en Jaén; de 400 toneladas en Málaga; y de 2.500 toneladas en Sevilla.
Asimismo, el informe de la Junta recoge también datos provinciales de previsiones relativas a la aceituna de mesa. Sevilla es el principal territorio andaluz en en este caso, ya que se espera recoger 247.600 toneladas de este fruto en la campaña 2022-2023. Por su parte, en Almería se apunta a 473 toneladas de aceitunas de mesa; en Cádiz, a 42 toneladas; en Córdoba, a 70.740 toneladas; en Granada, a 59 toneladas; en Huelva, a 3.100 toneladas; en Jaén, a 234 toneladas; y en Málaga, a 44.200 toneladas.
Exportaciones y aranceles de Estados Unidos
Durante su discurso, la consejera ha apuntado que “Andalucía es líder en exportaciones de aceite de oliva” al concentrar casi el 75% de las ventas internacionales de este alimento de España. Asimismo, esta Comunidad Autónoma también se encuentra en cabeza en relación a exportación de aceituna de mesa, un producto afectado por los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Al respecto de esta circunstancia, Carmen Crespo ha afirmado que es necesario “seguir luchando por poner fin al arancel impuesto por Estados Unidos, que está provocando pérdidas de 150 millones de euros”, y ha recalcado que el Gobierno andaluz no comparte la sentencia de los tribunales americanos. Por este motivo, ha solicitado que que se continúe “trabajando de forma proactiva desde Europa” contando con el respaldo de la Organización Mundial del Comercio, que “da la razón a la eliminación de unos aranceles que afectan especialmente a la aceituna negra” de Andalucía.
Retos de la nueva campaña
Carmen Crespo ha apuntado en su discurso algunos de los desafíos del sector para la próxima campaña. Por ejemplo, ha comentado que “en este momento, el precio acompaña” al aceite de oliva pero, lamentablemente, “los costes de producción son excesivamente elevados”. Ante esta situación, ha vuelto a hacer hincapié en la necesidad de establecer una moratoria para que las exigencias derivadas de los ecoregímenes de la nueva Política Agraria Común (PAC) “no se conviertan en un coste adicional” y de que “el olivar se considere un ecoesquema ‘per se’”.
También se ha referido la consejera a la situación hidrológica y su impacto en el olivar, apuntando que “trabajar en la política hídrica no solamente es importante desde hace mucho tiempo sino que se va haciendo ya urgente”. Crespo ha recordado algunas de las peticiones realizadas desde la Junta al Estado como el desarrollo de las obras de la presa de Siles y la concesión definitiva que permita a los regantes aprovechar las aguas regeneradas previstas en la cuenca del Guadalquivir.
Asimismo, la responsable de Agua se ha referido a actuaciones puestas en marcha por la Junta, como la colaboración con ocho comunidades de regantes de Jaén que supone la movilización de 10 millones de euros para “ahorrar agua y energía”. “Ese es el camino”, ha recalcado la consejera, que ha citado también otras iniciativas de su departamento para la presente legislatura como el impulso del Centro de Referencia de la Calidad del Aceite de Oliva y la Estrategia Andaluza del Olivar, invitando al propio sector a “ponerla en marcha conjuntamente con el Gobierno andaluz y explorar la posibilidades que esta estrategia pueda ofrecer”.
Política hídrica
Por otro lado, Carmen Crespo ha comentado el impacto que tiene en la campaña de olivar 2022-2023 la reducción del 25% de la lluvia y las temperaturas promedio de 29 grados, que se encuentran por encima de la media histórica de Andalucía; y ha apostado por continuar avanzando en política hídrica en la provincia de Jaén como está haciendo el Gobierno andaluz. Al respecto, ha recordado que desde la Junta se está trabajando en el ámbito de la depuración con 131 millones de euros, cantidad que contempla inversiones en el 85% municipios jiennenses con el fin de poner al servicio de los regantes aguas regeneradas para sus cultivos.
Al hilo de esta cuestión, ha lamentado el “riego en precario” que se mantiene en este territorio que forma parte de la cuenca del Guadalquivir, de competencia estatal. Crespo ha solicitado que se otorguen las concesiones definitivas a los regantes para que puedan aprovechan los 20 hm³ de aguas regeneradas que contempla la planificación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y ha apuntado que, cuando esto suceda, la Junta colaborará con el impulso de los tratamientos terciarios de las depuradoras para hacer posible el uso de estos recursos adicionales para el riego de los cultivos.
Por otro lado, la responsable de Agricultura ha reiterado también su petición al Gobierno de España de que aplique la doble tarifa eléctrica para los regantes que contempla la Ley de la Cadena Alimentaria con el fin de hacer frente no solo al reto de la sequía, sino también a la inflación y al alza de los costes de producción que sufre el sector olivarero.
Olivar andaluz
Carmen Crespo ha subrayado que el olivar es “el principal cultivo de Andalucía” y su producción superó los 3.567 millones de euros en 2021. Asimismo, ha detallado que la Comunidad Autónoma andaluza cuenta en total con 1,63 millones de hectáreas dedicados al cultivo de olivos que suponen el 61% del total nacional, el 32% de Europa y el 14% del mundo. De esta extensión, el 95% se corresponden con aceitunas para almazara y el 5% restante (82.000 hectáreas), con variedades destinadas preferentemente a la aceituna de mesa. La consejera ha recalcado que “el olivar es motor de empleo y eje vertebral de la economía de la Andalucía rural”, apuntando que este que el 97% de los 800 pueblos andaluces cuentan con superficie destinada al olivar y que la economía y el empleo de más de 300 municipios de Andalucía están ligados directamente a la producción del aceite de oliva, del que depende un tejido agroindustrial de más de 1.700 empresas.
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