La Confederación del Guadiana considera “innecesaria” la obra en La Colada y duda que la autorice
La pasada semana, la Junta de Andalucía, la Diputación de Córdoba y hasta el alcalde de la capital, José María Bellido, representando a la Federación Andaluza de Municipios (FAMP) desembarcaron en Sierra Boyera para presentar que el inicio de las obras de la conexión definitiva entre este embalse y el de La Colada iba a ser “inminente”. Pero este mismo viernes, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, invitado al I Encuentro Los Pedroches: Nuestra tierra. Nuestro futuro soltó una bomba que nadie esperaba: la obra “no es necesaria”, según adelantó Solienses, en la siguiente crónica.
El presidente de la Confederación del Guadiana respondía a preguntas del histórico activista Paco Casero, que lo entrevistaba en el encuentro. Moraleda se refería a una obra que se consideraba innecesaria por un motivo: las obras provisionales que ejecutó de urgencia el Gobierno para evitar que todo el norte se quedara sin agua, ya que Sierra Boyera se secó en la Semana Santa de 2023, pueden convertirse en definitivas, ya que el sistema construido es lo suficientemente “robusto” como para no necesitar la famosa conexión definitiva que la Junta de Andalucía debió construir antes de 2008 pero que no acabó.
De hecho, la ejecución de esas obras es algo que tiene que autorizar la propia Confederación Hidrográfica del Guadiana, cuenca sobre la que se asienta La Colada. “Leo con desánimo en los medios de comunicación que se va a adjudicar otra obra, pero ya veremos a ver cuándo se autoriza, porque el que la tiene que autorizar es el Guadiana, y ya veremos a ver si se autoriza o en qué condiciones”, aseguró ante el auditorio.
El presidente de la Confederación del Guadiana aseguró que durante los 11 meses en los que se bombeó agua desde La Colada hasta la estación depuradora de Sierra Boyera se suministraron siete hectómetros cúbicos, una cantidad suficiente como para atender las necesidades de las comarcas del Guadiato y Los Pedroches. Eso sí, era agua contaminada, que había que tratar. “Es verdad que la calidad no era la adecuada, todos lo sabíamos, sabíamos el estado en el que se encontraba La Colada”, aseguró, pero insistió en que se bombeó agua, que había que depurar para el consumo humano.
El propio Casero dijo que el dinero “que hace falta” se debería invertir en mejorar la potabilizadora, ya que la actual no fue suficiente como para acabar con la contaminación del agua.
“Me parece que sería un desastre para nosotros, como dirección técnica que llevó la obra, sería un fracaso que se hiciera una repetición o una segunda obra para llevar agua cuando esta ya funciona”, insistió Moraleda, que sostuvo que “el principio de recuperación de costes es obligatorio, esos 9 millones se tendrán que repercutir en el usuario, no lo digo yo, lo dice la normativa de aguas, por lo tanto esos 9 millones en 25 años se tendrá que repercutir y lo tendrá que pagar, por supuesto, el ciudadano de la comarca”.
La Colada es un embalse que se construyó, precisamente, para evitar que en periodos de sequía los vecinos del norte de la provincia se quedaran sin agua potable. La Diputación de Córdoba aportó parte del dinero que costó el proyecto. La Junta se comprometió a construir una red de tuberías de 40 kilómetros para conectar este embalse con Sierra Boyera. Las obras se quedaron casi acabadas, pero la crisis inmobiliaria de 2008 llevó al gobierno andaluz a congelar el proyecto.
En 2022, el Gobierno ejecutó de emergencia una conexión provisional, que pasaba por usar lo ya construido. Mientras tanto, la Junta avanzaba con la conexión definitiva, que se ha anunciado para ya. De hecho, el proyecto tiene un presupuesto de nueve millones de euros y hasta se ha adjudicado la dirección de obra. El inicio está pendiente de la autorización del Guadiana, que a la vista de las declaraciones de su presidente parece que no se va a producir de manera tan inmediata.
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