El Ayuntamiento de Espejo usa una foto sin autorización en publicidad y 'merchandising' institucional
El fotógrafo Paco Bellido, especializado en combinar sus conocimientos de astronomía con su pasión por la imagen para obtener espectaculares fotografías, se encontró el pasado fin de semana con una desagradable sorpresa en la Feria de los Municipios. El Ayuntamiento de Espejo y la empresa Inma Porras Eventos estaban utilizando una de sus fotografías sin ningún tipo de permiso ni solicitud en material promocional y merchandising.
Bellido descubrió en la feria que una imagen suya del año 2011, que mostraba una impactante súperluna sobre el castillo de Espejo, no estaba en uno, sino en dos productos comerciales y turísticos distintos. Por un lado, la citada empresa la incluía para promocionar las visitas al Castillo Ducal de Espejo, mientras que el propio ayuntamiento cordobés estaba regalando imanes promocionales con su fotografía.
Ese mismo día, además, el fotógrafo descubrió que esa misma imagen también la estaba utilizando el Ayuntamiento de Espejo para promocionar el primer Certamen de Fotografía Villa de Espejo. Bellido acabó contando lo ocurrido en redes sociales mientras trataba de ponerse en contacto con el Ayuntamiento y la empresa.
Al final, Bellido logró comunicarse con esta última. Según detalla el fotógrafo a este periódico, la propietaria le indicó que desconocía que la fotografía tenía dueño, y que la había cogido de las redes sociales pensando que era propiedad del Ayuntamiento de Espejo. Además, la propietaria se comprometió a hablar con la teniente de alcalde sobre este asunto. Lo cierto es que si uno pone en el buscador de Google la siguiente búsqueda, castillo de espejo luna, la primera imagen que aparece viene firmada en la parte inferior derecha por Paco Bellido.
El caso de Almodóvar del Río
El fotógrafo, por su parte, ha enviado sendas facturas por el uso de la imagen y espera solucionar esta cuestión sin que el caso pase a mayores, sin más objeto que poner fin a este“desagradable asunto”. “Mucha gente cree que lo que hay en Internet es de uso público”, señala un fotógrafo que ya ha pasado por trances similares en el pasado.
En el año 2013, un juzgado de Córdoba le reconoció los derechos sobre una fotografía suya que había cedido al Ayuntamiento de Almodóvar del Río exclusivamente para hacer un calendario que se repartiría gratuitamente, pero que acabó siendo utilizada sin su consentimiento como publicidad institucional en dos diarios locales de Córdoba, tanto por parte del Ayuntamiento de Almodóvar como por parte de la Junta de Andalucía.
La sentencia, facilitada a este periódico, aclaró que la autoría de la imagen era de Bellido, si bien entendió que la causa estaba prescrita, ya que habían pasado más de tres años desde el uso fraudulento, así que el caso acabó sobreseído para disgusto del fotógrafo cordobés, que había denunciado lo ocurrido en el año 2009, y que vio como la denuncia se archivaba a pesar de haber interpuesto la denuncia desde el minuto uno.
“Lo que me fastidia del asunto es que suelo permitir el uso de mis fotos siempre que me lo piden, pero usarlas sin permiso es un robo. Me ampara la Ley de Propiedad Intelectual, aunque los jueces hagan un uso creativo de la ley”, señala Bellido a este periódico, recordando, además, que en ambos casos, las imágenes “robadas” eran producto de un trabajo complejo.
“Ahora hay aplicaciones que permiten hacer este tipo de fotos, te dicen dónde colocarte, la hora, los aumentos que necesitas. Para hacer mis fotos, buscaba el sitio y la hora con cálculos manuales, usando programas de astronomía y mapas. Es decir, en el momento en que hice mis fotos no era un tipo de fotografía al alcance de cualquier aficionado”, concreta Bellido, que está a la espera de resolver esta nueva apropiación indebida con una factura por sus servicios.
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