El Pleno de Pozoblanco pide que la carretera del Iryda se abra esté como esté

Las obras, que evitarán el paso por Alcaracejos, comenzaron en 2008 y su retraso ha colmado la paciencia de los responsables políticos del municipio vallesano

Esté como esté, los portavoces de los cinco grupos políticos en el Ayuntamiento de Pozoblanco se han puesto de acuerdo para que la Junta de Andalucía abra ya al tráfico la carretera del Iryda. Esta vía, en obras desde el año 2008 e inacabada cinco años después, es fundamental para el tráfico que entra o sale de Pozoblanco en dirección a Córdoba, ya que evita el paso por el municipio de Alcaracejos y varias de las peligrosas curvas de la que hoy está considerada como la carretera más peligrosa de la provincia, la N-502 entre el puerto del Calatraveño y el límite con la provincia de Ciudad Real.

Según ha informado el Ayuntamiento de Pozoblanco, anoche se celebró un Pleno en el que se decidió que “En caso de que la terminación” de las obras de esta carretera “se prolongue en el tiempo solicitaremos la apertura inmediata en su estado actual, con las medidas de seguridad necesarias, como ya estuvo abierta al tráfico durante bastante tiempo”, según una nota firmada por el propio alcalde de Pozoblanco, Pablo Carrillo.

El Pleno también ha decidido solicitar una reunión urgente con la delegada de la Consejería de Fomento, Marisantos Córdoba, y convocar “una reunión de portavoces para el día 17 de junio para estudiar y decidir, en caso necesario, las acciones a tomar dependiendo de la información que recibamos”.

Según los datos que maneja la propia Junta de Andalucía, las obras están al 94%. En total, son unos 14 kilómetros que parten directamente de la N-502 y desembocan en Pozoblanco. Está estimado que los conductores que la transiten se ahorrarán más de 15 minutos de viaje, aparte de algo más de 20 kilómetros de recorrido, con el consecuente ahorro en tiempo y combustible.