De Peñarroya a Nueva Carteya: estos son los pueblos más ricos y más pobres de la provincia
Córdoba es una provincia partida por la mitad. No solo geográficamente (el Valle del Guadalquivir como frontera y brecha) sino económicamente. La diferencia entre las rentas de sus vecinos, dependiendo del pueblo en el que residan, es total. No es lo mismo vivir en Peñarroya Pueblonuevo que en Nueva Carteya. O incluso en Córdoba capital.
La Agencia Tributaria ha publicado un listado completo con los pueblos con mayor y menor renta disponible por habitante en aquellos municipios de más de 1.000 habitantes. Las diferencias son bastante notables entre municipios en un informe que analiza la renta según lo declarado en el IRPF del año 2016.
A grandes rasgos, Córdoba sigue siendo el municipio con la renta más alta. Se superan por vez primera los 20.000 euros anuales por vecino al año. La causa está en que en la capital viven muchos de los funcionarios de la provincia (con salarios más altos que la media) y también es donde están afincadas las grandes empresas (y por tanto las grandes rentas), lo que hace que se dispare la media.
Pero las diferencias en cuanto a pueblos sí que son notables. Así, Peñarroya Pueblonuevo (gracias a las pensiones que cobran muchos antiguos mineros) es el pueblo de la provincia con más renta disponible, con casi 18.500 euros al año. Belmez es el tercer municipio y Espiel el cuarto, todos con pasado minero. Pero en tercer lugar se ha colocado ya Pozoblanco, gracias a la renta bruta media (no a la neta). Después están ya ciudades medias como Puente Genil, Cabra o Montilla. Es curioso el caso de Lucena, por detrás de pueblos de menor tamaño como Fernán Núñez o Añora.
El último lugar de la tabla es para Nueva Carteya. La dependencia de este municipio de las ayudas del antiguo PER, su configuración económica (un pueblo con gran presencia jornalera) y su tamaño hacen que su renta apenas supere los 10.000 euros al año por habitante. En 2015 este puesto lo ocupaba Iznájar, que ha comenzado a remontar.
De hecho, la mayoría de los pueblos más pobres de la provincia (Adamuz, Almedinilla, Valenzuela o Moriles) tienen una realidad económica muy parecida: están rodeados de olivos y poblados de jornaleros. Cardeña y Villaralto, dos municipios del Norte de la provincia, también están en las últimas posiciones.
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