Pacma duda de los controles durante el vertido de orujo

El Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma) de Córdoba ha puesto en duda este lunes que se adoptaran los controles necesarios para evitar el vertido de orujo al río Guadalquivir que se produjo hace una semana, considerando que no fue inmediato, sino que se debió “filtrar durante días” desde la balsa que la empresa en cuestión posee en Pedro Abad (Córdoba), aguas arriba de donde se detectó el vertido, en El Carpio (Córdoba).

En un comunicado, Pacma ha explicado que miembros de su formación han visitado la balsa de “la empresa Oleícola El Tejar, en Pedro Abad”, punto de origen del vertido, y no creen que éste “se trasladara de forma rápida al río”, ya que “el embalse es enorme y estaba en su plena capacidad, con 1,2 millones de metros cúbicos de orujo”, llegando Pacma a la conclusión de que “este vertido se filtro al río durante varios días”, es decir, que habría habido “tiempo necesario para tomar medidas e intentar mitigar el grave perjuicio, para la flora y fauna del río” que se ha causado.

En opinión de Pacma, “es preocupante que haya sido un vecino de El Carpio el que dio el aviso de lo que estaba ocurriendo y que no fuera la propia empresa o los técnicos de Medio Ambiente de la Junta los que alertaran del desastre”.

Pacma considera “incalculable e irreparable el daño” que han sufrido “la flora y fauna del Guadalquivir a su paso por la provincia de Córdoba, con la gran posibilidad de haber afectado gravemente al monumento natural de los Sotos de la Albolafia y al ecosistema del río, en general”, señalando que “la multitud de peces muertos a lo largo del cauce” y su agonía “por falta de oxigeno es algo que se podía haber evitado con unos controles adecuados a la empresa que ha originado el desastre”.

Por ello, Pacma a solicitar a la Junta de Andalucía que les “dé explicaciones claras sobre las circunstancias en que se ha producido el supuesto accidente y que dé detalles sobre los controles previos realizados a esta empresa”, porque, “hasta el día de hoy, las explicaciones, tanto de la Junta, como de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) son poco claras y confusas”.