La obra de la Ronda Norte atrae a 16 constructoras
La licitación para la terminación de la obra de la Ronda Norte ha atraído a un total de 16 constructoras, según han confirmado a este periódico fuentes de la Gerencia Municipal de Urbanismo. De hecho, el plazo de presentación de ofertas finalizó este miércoles.
Este proyecto supone finalizar unos 2,5 kilómetros de carretera, en concreto desde la variante Este hasta la avenida de Madres Escolapias. En estos momentos, la Gerencia de Urbanismo se está coordinando con Movilidad para apoyar la consideración de este viario como una vía urbana y su adecuada relación con las zonas por las que discurre.
El presupuesto de licitación es de 10.017.651,66 euros y el plazo estimado de obra es de 18 meses. A partir de ahora, los técnicos de la Gerencia tendrán que decidir cuál es la oferta más ventajosa de las 16.
La construcción de la Ronda Norte está parada desde el año 2008, cuando la empresa que la estaba ejecutando (ACSA) suspendió los trabajos por impago de Marín Hillinger. En 2009, reclamó la ejecución de un aval que Marín Hillinger firmó con Cajasur por importe de 12 millones de euros. El propio Ayuntamiento llevó el caso al consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo en el anterior mandato pero en junio de este mismo año el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tumbó la ejecución de este aval. El alto tribunal andaluz consideró que el aval estaba firmado por la junta de compensación y no por Marín Hillinger. No obstante, el Ayuntamiento recurrió y el Contencioso Administrativo de Córdoba le dio la razón.
La historia de la construcción de la Ronda Norte ilustra a la perfección el estallido de la burbuja inmobiliaria en Córdoba. Marín Hilinger se comprometió a construir este tramo de circunvalación al Norte de la ciudad tras lograr la urbanización de la zona de Mirabueno. Una vez construidas las casas (y vendidas en su mayoría) inició las obras, pero las abandonó cuando apenas si se había ejecutado el 30% por falta de financiación. Entonces, Urbanismo comenzó a reclamarle la ejecución de una obra que Marín Hilinger finalmente nunca reinició. Con ese dinero, Urbanismo calculaba que tendría dinero suficiente para acabar la Ronda Norte.
Este proyecto junto a la urbanización de la antigua Azucarera de Villarrubia estaban paralizadas tras su inicio como consecuencia de la crisis económica e incumplimiento de los respectivos promotores y que la Gerencia de Urbanismo impulsó el rescate de los avales depositados en ambos casos.
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