Las monjas de la Encarnación regalan un sudario al Cristo de Gracia
Un recuerdo para toda la vida y un signo de los lazos que unen a la hermandad del Santísimo Cristo de Gracia con la comunidad de religiosas cistercienses del convento de la Encarnación de Córdoba. Eso y más es el sudario que estas hermanas han regalado al Crucificado de Trinitarios y que éste lleva puesto desde el miércoles en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia en un año muy especial en el que celebra los 400 años de su llegada a Córdoba.
La prenda ha sido donada por las religiosas para recordar la última estancia del Cristo de Gracia en la capilla de su monasterio la pasada Cuaresma. El divino Esparraguero pasó una noche allí al volver del Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías y antes de regresar a su sede canónica como ya había hecho en anteriores ocasiones. Por eso, el sudario lleva bordado en su interior: “Recuerdo de tu paso en la Encarnación. Tus monjas 2018”.
El hermano mayor del Cristo de Gracia, Ricardo Rojas, indicó que el sudario, que han confeccionado las religiosas, está realizado en “damasco brocado en seda natural en tonos malva y plata con galones” dorados. Los motivos que se aprecian en él son eucarísticos, de manera que se pueden ver espigas de trigo y uvas, además de cruces. Con este nuevo sudario el Señor tiene ya una docena de estas prendas.
La relación de esta hermandad con las monjas de la Encarnación comenzó a principios de los años 80 cuando el Cristo pasó por el convento después de una restauración a la que lo sometió Miguel Arjona en su cercano taller. Por ello, para Ricardo Rojas, la donación es “un detalle de confraternización entre la hermandad y el convento. Tenemos un gran trato durante todo el año, y es un detalle bastante bonito que conservaremos siempre”.
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