Las monitoras escolares piden que no las manden al paro en verano

Cuando llega el final de curso, las monitoras escolares que año tras año se hacen cargo del apoyo a la gestión económica y administrativa de los centros educativos se quedan en paro. Así pasan los meses de julio y agosto, hasta que se las vuelve a contratar en septiembre de cara al nuevo curso escolar. Y así, cada año. Por eso este lunes han pedido que se les contrate por años completos, dado que su puesto de trabajo tiene un calendario “cierto”. Quieren así que sus vacaciones se correspondan con las de la comunidad educativa y no, como hasta ahora, se las tengan que tomar en mitad del curso, perjudicando el desarrollo de su labor en plena actividad escolar.

Así lo han denunciado desde el sindicato CCOO, que ha organizado una concentración de las monitoras escolares a las puertas de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba para protestar por su situación laboral. “Contra la precariedad de los servicios públicos educativos”, rezaba la pancarta que han portado y en la que pedían “un empleo público y de calidad”.

La situación de las monitoras escolares se remonta años atrás. Fueron despedidas en 2013 y, tras pasar por los tribunales, volvieron a ser contratadas en 2015 y demostraron su antigüedad frente a la Junta de Andalucía. Más allá de esa antigüedad, ahora piden que sus contratos sean continuos y no discontinuos, además de solicitar que se les reconozca la experiencia de años en sus puestos.

Para ellas es esencial este reconocimiento puesto que, a la hora de optar a una convocatoria de plazas fijas, se puntuará por un lado la antigüedad, pero también por otro lado la experiencia que ahora mismo no se les reconoce.

“Nos limitan nuestra estabilidad, nuestro futuro. Nuestras familias necesitan una seguridad”, ha denunciado en nombre de las monitoras la responsable de Formación de CCOO, Olga Degayón. En Córdoba, se ven afectadas por esta situación un total de 36 monitoras, de las más de 400 que hay en toda Andalucía.