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Vox Córdoba apostó por Paula Badanelli como candidata a la Alcaldía

Paula Badanelli, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Córdoba

Alfonso Alba

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Paula Badanelli no fue la candidata de Vox a la Alcaldía de Córdoba en 2019 aunque lo pareciera. El que encabezó la lista electoral fue Rafael Saco. Badanelli irrumpió de número dos. En estos tres años y medio de mandato, Badanelli ha sido la gran cara visible de Vox en Córdoba, por encima de los parlamentarios e incluso diputados nacionales de la formación en la provincia. En su perfil de Twitter tiene fijada la publicación de una de sus intervenciones estelares: cuando se puso a rezar en mitad de un Pleno municipal en el que se debatía una moción sobre el aborto, uno de los grandes temas de Vox.

Aparte, Badanelli ha ejercido desde su escaño en el salón de plenos de azote del gobierno municipal a la vez que lo apoyaba para sacar adelante presupuestos y ordenanzas fiscales (salvo las de hace dos años, en las que el PP y Ciudadanos necesitaron de la abstención del PSOE). Curtida en Capitulares como asesora del PP, primero, integrante del equipo del exalcalde José Antonio Nieto entre 2011 y 2015, después, Badanelli ha sido una de las concejalas que más ha sacado de quicio a los concejales populares, a los que conoce muy bien. Militó en este partido antes de dar el paso a Vox poco antes de las elecciones de 2019.

Por eso, la dirección provincial de Vox en Córdoba propuso al comité nacional del partido que la candidatura a las elecciones municipales de mayo estuviese encabezada por Badanelli. En Madrid se tomaron su tiempo. Se habían decidido ya los candidatos de más de una treintena de ciudades pero se había aplazado el de Córdoba. Esta pasada semana, y para sorpresa mayúscula en los mentideros políticos más conservadores de Córdoba, Vox alargó su dedo y señaló a Yolanda Almagro Alcántara. Y hay quien ve tras ese dedo al propio Santiago Abascal.

Almagro puede ser una de las militantes de Vox más antiguas de Córdoba. Ya formó parte de la candidatura a las elecciones europeas de 2014, las primeras a las que se presentó Vox. Entonces, compartió plancha con el propio Santiago Abascal. Ya entonces formaba parte del comité nacional del partido, era la presidenta de Vox en Córdoba y en marzo de 2015 se convirtió en la candidata de la formación al Parlamento andaluz. En aquella época, Vox era un partido con escaso apoyo, por detrás en votos incluso que UPyD, el PA y el Pacma.

Pero desde 2015, Almagro, que nunca se retiró del todo, abandonó la primera línea política en Córdoba. Tanto que incluso no dudó en criticar de manera constante e insistente que Jaén se quedase sin la Base Logística del Ejército de Tierra en favor de Córdoba, en una decisión tomada por el Gobierno central, tal y como ha informado este periódico. Internamente (Vox no es una formación que se caracterice por hacer públicas sus discrepancias), muchos militantes de Vox han lamentado que su formación tomase la decisión del nombramiento de Almagro sin consultarle. De haberlo hecho, sostienen de manera anónima, les habrían advertido de este tipo de críticas en redes sociales. Además, insisten en que “el PP ya tiene la campaña hecha”, pues a la primera crítica de la candidata de Vox “ya tienen el argumento perfecto: que no quiere el gran proyecto de Córdoba de los próximos años”.

De hecho, la propia Badanelli no ha mostrado en público crítica alguna. Este viernes, incluso, participó en un acto junto a Almagro, ya ungida como candidata oficial. Acudieron juntas a un comercio de la ciudad. Pero en el timeline de la propia Badanelli no hay ni rastro de tuit o retuit alguno de apoyo a la designación de Almagro como candidata.

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