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La obra del tanque de tormentas reconstruirá el Balcón del Guadalquivir para sumar zonas de sombra

Trabajos de excavación en el tanque de tormentas del Balcón del Guadalquivir.

Carmen Reina

17 de septiembre de 2025 11:45 h

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La Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) prevé que la obra del tanque de tormentas que desarrolla en el Balcón del Guadalquivir concluya en el primer semestre de 2026 y, a la vez, se desarrolle otro proyecto en paralelo que reconstruya esta zona, eliminando espacio de cemento y sumando más sombras.

Así lo ha avanzado el presidente de Emacsa, Daniel García-Ibarrola, a la conclusión del consejo de administración de la empresa municipal que ha aprobado las cuentas para el año próximo. Sin precisar detalles, ha explicado que el proyecto prevé “eliminar hormigón, incrementar las zonas de sombra y seguir con proceso de renaturalización” en esta zona junto al río.

Se trataría de “hacer más amable” este espacio, donde actualmente existen corredores de cemento y enlosado donde con altas temperaturas es imposible permanecer en la zona.

Esta actuación se desarrollaría en paralelo a la conclusión de la gran obra del tanque de tormentas, que comenzó en septiembre de 2023 y se prevé terminar en el primer semestre de 2026. Este es el primer tanque de tormentas de una serie de hasta cuatro o cinco que tiene previstos Emacsa. En el Balcón del Guadalquivir, la obra busca hacer frente a posibles lluvias torrenciales, construyendo un enorme aljibe con una capacidad útil de almacenamiento de 23.170 metros cúbicos de aguas diluidas y unas dimensiones de 4.386 metros cuadrados. 

El objetivo de este tanque de tormentas es doble. Por un lado, proteger a la ciudad. Por otro, al río. Se trata de un espacio donde, ante una tromba de agua, poder almacenar la mayor cantidad posible de litros. Esas intensas precipitaciones suelen ser especialmente dañinas para la infraestructura de la propia ciudad. A las alcantarillas entra todo tipo de suciedad, que en su camino final hacia la depuradora de La Golondrina puede acabar deteriorándola. También en los vertidos al río, que serían incontrolados e igualmente problemáticos. En el tanque de tormentas entra toda esa lluvia de aluvión, donde cuando pasen las intensas precipitaciones se va filtrando poco a poco el agua, ya sedimentada y limpia.

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