Cómo mitigar el ruido que sufren los vecinos por los conciertos de La Axerquía
Desde hace años, los vecinos del entorno próximo al teatro al aire libre de La Axerquía han mostrado sus quejas por el ruido que soportan debido a los conciertos que se realizan en este enclave de Córdoba. Y han llegado a elevar su protesta al Defensor del Pueblo Andaluz, que ha mediado en el asunto para que el Ayuntamiento y los vecinos puedan encontrar soluciones que mitiguen el ruido que sufren. De hecho, en los últimos meses ha habido reuniones entre el Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE) y representantes de los vecinos, con sugerencias, propuestas y medidas que, en algún caso, se han empezado a desarrollar.
En su día, los vecinos se dirigieron al Defensor para explicar “la problemática de ruido que vienen sufriendo derivada de la actividad continuada del teatro, un ambigú y la circulación de una avenida cercana a sus viviendas”, según relata en un escrito la institución andaluza. “El ruido del teatro es el más molesto debido al volumen excesivo de los equipos de música utilizados, al menos, durante las actuaciones en el año 2022. Ello afectó especialmente a personas mayores y los menores en los bloques de viviendas más cercanos al recinto, llegando incluyo a marcharse de sus viviendas, quienes podían, durante los conciertos. A ello se añade el ruido por la actividad antes y después del concierto, referente a la actividad de montaje y desmontaje, pruebas de sonido y ensayos, etc”, describe.
“Se habían dirigido al Ayuntamiento, a la Policía local y la Gerencia de Urbanismo, no habían obtenido respuesta” en un primer momento, si bien responsables del Instituto Municipal de Artes Escénicas sí recibieron a los vecinos, que solicitaron un estudio de impacto ambiental, incluso la posibilidad de declarar este entorno como Zona Acústicamente Saturada (ZAS).
El IMAE reconoce que “efectivamente, en el año 2022 se produjo un número importante de actuaciones. Informan que en el año de 2023 se habían reducido considerablemente, centrándose en la época de verano y carnaval mayormente”, contaron al Defensor. Y aseguraron que “buscarán medidas para compatibilizar la calidad del sonido con las molestias referidas por los residentes, estudiando a nivel técnico las exigencias y limitaciones que puedan incorporar en los contratos firmados así como la determinación del horario de uso hasta la 2 de la madrugada”.
Propuestas y medidas
En las reuniones entre IMAE y vecinos, con la mediación del Defensor al responder a las quejas por los ruidos, se han abordado distintas medidas y propuestas. De un lado, los vecinos proponen distintas soluciones, entre las que incluyen la elaboración de un estudio de impacto ambiental y medición del ruido, para tomar como referencia las limitaciones establecidas. También plantean el incremento de las barreras vegetales y, en su caso, acústicas que se estimen oportunas; la limitación a dos días del fin de semana las celebraciones de conciertos y, en último lugar, se permita el uso en jueves y domingos por los menores y sus jornadas escolares.
Exigen también limitadores en los equipos cuando se contraten espectáculos, establecer un protocolo para las contrataciones, donde se proteja el interés general de seguridad acústica; planificar e informar a los vecinos acerca de los eventos, con la adopción de medidas en el entorno dirigidas a la previsión de aparcamientos y medidas de limpieza.
Por su parte y tras las reuniones mantenidas -recoge el informe del Defensor-, “los distintos representantes de las administraciones (...) se comprometieron a realizar actuaciones” como mantener y ampliar canales de información y comunicación con el vecindario; incorporar exigencias dirigidas a salvaguardar los límites permitidos de ruido en las condiciones especificadas en los pliegos para contratación del ambigú y en los contratos de los conciertos. Asimismo, especificar en ellos los horarios de cierre o finalización a las 2:00 y las horas restringidas de ensayo en la hora de siesta.
También se redireccionará el uso al espacio abierto del ambigú, “limitando el acceso a las gradas, y a través de los pliegos realizar las consideraciones procedentes”; y estudiar el fortalecimiento de la pantalla vegetal en el entorno del teatro, y la repoblación vegetal del aparcamiento público existente entre los bloques y el teatro.
Finalmente, desde la administración se comprometen a estudiar y valorar las diferentes opciones conducentes a compatibilizar la calidad de las actuaciones, con el respeto a los márgenes de ruido permitidos para la salud, y conocer los costes de un medidor permanente de ruido que funcione de forma automática, para su colocación en el teatro.
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