La ITV de los edificios más viejos de Córdoba, 12 años acumulando prórrogas

La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba acaba de prorrogar otro año más la conocida como ITV de los edificios, la Inspección Técnica de Edificios (ITE) en su nombre oficial. La ITE es un compromiso aprobado por el Pleno para evitar que los edificios más antiguos de la ciudad tengan problemas estructurales y acaben colapsando. Es una revisión certificada que ya se hace en otras zonas de Europa, y también de España, con la que se garantiza que el parque inmobiliario de la ciudad está en buenas condiciones.

La ITE lleva coleando en el Ayuntamiento desde el año 2013, año en el que debería haber entrado en vigor. Desde entonces, su puesta en marcha se ha ido prorrogando año a año. En 2024 lo ha vuelto a hacer y por otro año más. No sería hasta 2025, si es que finalmente se aprueba, cuando entrase en vigor una ordenanza que obliga a los propietarios a contratar a arquitectos para revisar el estado estructural de los inmuebles y certificar que están en buen estado. En caso de no superar la ITE el procedimiento es similar al de los coches: hay que ir al taller hasta superarla. En el caso de un edificio, hay que hacer obras para garantizar la seguridad.

La ordenanza contempla unos plazos establecidos para cumplimentar los informes sobre los edificios, en función de su antigüedad, desde los más de 100 años de viviendas del casco histórico, a las que se encuentran entre 75 y 100 años, las que se encuentran entre 50 y 75 años, y las de menos de 50 años. Ahora se empezaría por aquellos edificios construidos antes de 1925. En este caso, hay varios ejemplos en el casco histórico. Uno de ellos, por ejemplo, es el cuartel de la Comandancia de la Guardia Civil.

Así, para los edificios BIC y su entorno de más de 100 años de antigüedad será obligatorio presentar los informes un año después de la aprobación de la ordenanza. La ordenanza preveía que para los de 75 años el plazo sería de dos años y para los de 50 de tres. El plazo de 50 años afectaría ya a aquellos inmuebles construidos antes de 1975, que es buena parte de los edificados en las principales zonas de expansión de Córdoba, como la Fuensanta o Ciudad Jardín.

La ordenanza preveía sanciones para los propietarios que no cumplieran con la ITE. También se iban a arbitrar ayudas para los propietarios de algunos de estos inmuebles, pero que dispusieran de menos recursos.

En los casos más extremos, la ITE obligaría a los residentes a abandonar la vivienda para evitar riesgos de desplome y que incluso sufrieran daños por el colapso de las estructuras.