El Ayuntamiento de Córdoba le retira los honores al general franquista Cascajo en la lápida del cementerio
El Ayuntamiento de Córdoba ha sustituido la lápida bajo la que está enterrado el general Cascajo en el cementerio de La Salud. El Consistorio culmina así un largo proceso administrativo iniciado por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar (Aremehisa), para que se retiraran los honores a los que aludía la lápida, en la que se ensalzaba a Cascajo y se le nominaba como hijo predilecto de la ciudad de Córdoba.
El pasado mes de julio, el Comité Técnico de Símbolos Contrarios a la Memoria Democrática de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía emitió un informe en el que recomendaba al Ayuntamiento retirar la lápida. Fue el propio Consistorio el que solicitó el documento e instrucciones para actuar.
De hecho, la inscripción de la lápida ha quedado exactamente igual a como proponía el informe: “Yace aquí el cuerpo del Excmo. Sr. D. Ciriaco Cascajo y Ruiz, general de División N. 1878, F. 1953 RIP”. Anteriormente, la lápida decía lo siguiente: “Yace aquí el cuerpo del Excmo. Sr. Don Ciriaco Cascajo y Ruiz. General de División, patriota ejemplar, hijo predilecto de Córdoba y su más enérgico y decidido defensor en el Alzamiento Nacional de 1936...”.
El informe aludía en su exposición que, “el por entonces aún entonces coronel (durante el inicio de la Guerra Civil) Ciríaco Cascajo Ruiz fue un destacado dirigente de la sublevación en Córdoba y tuvo como objetivo el control de la misma capital, lo que, en una situación de violencia generalizada por parte de ambos bandos contendientes, pasaba por la represión del enemigo y por la neutralización de las posibles amenazas a la victoria final de la sublevación. Las cifras de represaliados en la capital se estiman, según diversas fuentes -que no están sostenidas en una contabilización exhaustiva caso a caso-, entre las 9.000 y las 30.000 víctimas. De ahí hacemos notar en el presente informe la conveniencia y necesidad de conocer con más exactitud el número de víctimas de la región”.
Diez años para retirar una lápida
El 30 de noviembre del año 2015, este periódico informó que había cuatro militares franquistas que seguían disponiendo de los mayores honores en el Ayuntamiento de Córdoba. Según consta en los archivos del Ayuntamiento de Córdoba, desde 1936 son hijos predilectos o adoptivos de Córdoba los generales Gonzalo Queipo de Llano (comandante del Ejército franquista en Andalucía) y José Varela, junto a los coroneles Ciriaco Cascajo (este nombrado hijo predilecto) y Eduardo Sáenz de Buruaga. Además, en 1944 también fue nombrado hijo adoptivo el coronel Manuel Aguilar Galindo y Aguilar Galindo, y en 1957 el ministro de Obras Públicas de Franco Fernando Suárez de Tangil, conde de Vallellano.
Al día siguiente, el cogobierno de PSOE e IU, que apoyaba entonces Ganemos Córdoba, se comprometió a hacer “todo lo posible” para retirar esos honores a estos cuatro militares. Pasó el tiempo y todo el mandato, y finalmente los cuatro militares siguieron gozando de los máximos honores que un ayuntamiento puede entregar.
Hace seis años, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa), con su presidente a la cabeza, Rafael Espino, decidió denunciarlo. Lo hizo ante el Defensor del Pueblo, que durante todo este tipo ha requerido al Ayuntamiento de Córdoba a revisar su cuadro de honores.
0