El Ayuntamiento firma el contrato para reiniciar la obra del Templo Romano
Esta semana, y aunque los trabajos fueron adjudicados en el mes de agosto, el Ayuntamiento ha firmado el contrato con la empresa local Ingeniera de la Construcción Cordobesa SA para el reinicio de las obras de rehabilitación y puesta en valor del Templo Romano de la calle Capitulares. Los trabajos se paralizaron hace cinco años, cuando la empresa adjudicataria abandonó la obra. Entonces, se desarrolló tan solo un 20% del proyecto adjudicado.
Ahora, el presupuesto, sin impuestos, se acerca a los 600.000 euros (más alto que el de hace cinco años). El plazo de obra es de ocho meses (cuatro más que cuando se inició el primer contrato). El proyecto estará subvencionado por los fondos europeos del plan Next Generation, una de las grandes iniciativas de protección del patrimonio que se acometerá en Córdoba.
Así, se construirán una serie de pasarelas peatonales para poder contemplar el templo a tres alturas: los cimientos, la antigua plaza y la base del propio monumento. El objetivo final de la obra es que los turistas puedan caminar por el Templo Romano de la calle Claudio Marcelo.
El proyecto rescata la imagen de podium del Templo Romano y dejará ver con una marca en el ladrillo el nivel del terreno original, cuando el edificio estaba en uso en época romana. Asimismo, se va a recuperar toda la cota del pronaos, la parte de entrada al templo rodeado por las columnas, de manera que el visitante va a poder acceder a él y va a poder llegar a lo que era la explanada previa. El visitante va a poder tener las vistas a lo que era el circo romano que ocupaba San Pablo y Orive.
A su vez, se va a rehabilitar la parte de debajo del pronaos, la cimentación, restos que comparte el templo con el Ayuntamiento. De hecho, el centro de interpretación del mundo romano se situaría en la planta baja del consistorio.
Cuando el Templo Romano de Corduba se construyó se configuró como un balcón con unas vistas privilegiadas hacia el Este de la ciudad. Probablemente, bajo sus columnas, los cordobeses romanos veían la arena del circo que se extendía sobre gran parte de lo que hoy es la plaza de la Corredera, y también la entrada a la ciudad por la vía Augusta, en la actual calle San Pablo. Ahora, los cordobeses del siglo XXI están a punto de disfrutar de unas vistas parecidas, aunque algo diferentes, una vez listas estas obras.
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