La interventora se queja de falta de medios para fiscalizar las cuentas
La funcionaria habilitada por el Estado denuncia, informe tras informe, que carece de “aplicación informática específica” y de “una base de datos”
Informe tras informe, casi con una periodicidad mensual, la interventora general del Ayuntamiento de Córdoba, Paloma Pardo, se queja amargamente de falta de medios técnicos para poder realizar de una forma ágil y correcta su trabajo de fiscalización de las cuentas municipales. La funcionaria habilitada por el Estado para vigilar la economía municipal puso el grito en el cielo en su último informe de fiscalización de cuentas, en el que detectó irregularidades en una subvención concedida a Centro Córdoba.
“Esta Intervención General no cuenta con una aplicación informática específica para los informes de fiscalización emitidos ni una base de datos que permita extraer la información de forma sistemática”, apunta en su último informe. “Así mismo, ante la carencia de medios para realizar el control financiero que por ley se encomienda a la Intervención General, y que ya ha sido puesto de manifiesto en sucesivos informes, hace que sea imposible abarcar un mayor número de expedientes”, agrega.
El servicio de Intervención no fiscaliza, por tanto, todos los expedientes del Ayuntamiento de Córdoba. De hecho, en los expedientes para controlar las subvenciones financiadas a cargo del presupuesto de la Concejalía de Comercio del año 2010 la interventora usó un curioso método para fiscalizar la mitad de los expedientes: primero, ordenó a los beneficiarios según su número de CIF (“en orden creciente”) y después se eligen alternativa uno de cada dos “salvo que el elegido haya renunciado, en cuyo caso se escoge al siguiente del listado”.
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