Héctor abandona su centro de Dos Torres sin haber logrado que se retirara la simbología religiosa
Fin de curso y cambio de ciclo para Héctor Sánchez, un estudiante del IES San Roque de Dos Torres, que abandonará el centro en unos días sin haber logrado que el director retire la simbología religiosa de las aulas y los espacios comunes. Tres años ha pasado Héctor batallando por ello, lo que le ha convertido en símbolo por la lucha de la laicidad de la educación pública en España y, sobre todo, en Andalucía.
El último paso lo ha dado este lunes, cuando se ha acercado a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía a depositar las más de 6.000 firmas que ha recogido junto a Córdoba Laica en su cruzada por que se cumpla la Constitución y el Estatuto de Autonomía, las dos normas a las que recurren para reivindicar la retirada de varios crucifijos de las aulas.
La historia la contamos en este periódico a principios de octubre, aunque Héctor ya llevaba dos años batallando contra el director del centro y el Consejo Escolar, que hacían caso omiso a sus demandas. El estudiante lamenta dejar el centro sin haber logrado su propósito. “Me da pena que próximos compañeros y alumnado del IES San Roque van a estar en esas aulas y van a tener simbología religiosa que no debería estar allí”, ha dicho este lunes a los periodistas.
Héctor se marcha a hacer bachillerato en otra localidad porque el IES San Roque no cuenta con esa línea educativa. Lo hace sin haber logrado que se retiren los crucifijos, pero sí tras haber conseguido que se enseñara la optativa de Valores Cívicos y Éticos, que ni siquiera se contemplaba en el centro antes de su llegada. “Solo había de Religión. Yo di Valores y después mucha gente lo hizo”, ha recordado este lunes, tras agradecer públicamente el apoyo de muchas personas en Dos Torres y la comprensión que igualmente le han mostrado muchos de quienes no lo han apoyado.
Así ha terminado un curso en el que cada trimestre ha estado al menos un día de huelga sin ir a clase y en el que ha recopilado junto a Andalucía Laica miles de apoyos a su causa, algunos llegados desde Nueva Zelanda, Chile o Argentina, así como de organismos internacionales. Héctor ha remarcado que ha estado tres años luchando “por los compañeros que vendrán detrás” para que no se vean forzados hacia ninguna religión concreta. “El alumno puede llevar un crucifijo porque es privado, pero en un centro público no se debería poner la simbología religiosa”, ha recordado, haciendo una defensa de “la libertad individual”.
Por su parte, José Antonio Naz, de Córdoba Laica, ha recordado que la cruzada de Héctor ha contado también con el apoyo del Defensor del Pueblo, que negó la facultad de los consejos escolares para decidir si se mantienen o no símbolos religiosos en los centro públicos. Naz ha pedido a la Junta que “cumplan ya de una vez con la legislación vigente y que no se hagan los sordos ante derechos que son fundamentales”.
https://cordopolis.es/2019/10/03/un-estudiante-en-lucha-para-retirar-la-simbologia-religiosa-de-su-instituto-publico/
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